El domingo 7 de diciembre de 1941, los ciudadanos de Estados Unidos experimentaron una gran conmoción: La aviación japonesa había llevado a cabo un ataque repentino contra la Flota del Pacífico, estacionada en la base de Pearl Harbor, en Hawai. Un total de 21 barcos fueron hundidos o dañados, 188 aviones de combate fueron derribados y casi 2.400 marineros, pilotos y civiles estadounidenses murieron como resultado del ataque.
Lo de golpear a las grandes potencias donde más les dolía no era nada nuevo para el autor del aplastante asalto, el mariscal almirante Isoroku Yamamoto. 35 años antes de estos acontecimientos, había participado en la derrota naval más horrible de la historia del Imperio Ruso.
Contra el Imperio Ruso
A principios del siglo XX, un Japón antes cerrado al mundo entero (pero ahora modernizado y rearmado) decidió desafiar la posición dominante de Rusia en el Extremo Oriente, con la esperanza de debilitar su posición en Corea y el noreste de China. La guerra ruso-japonesa de 1904-1905 conmocionó a la sociedad mundial: el ejército zarista no pudo conseguir ni una sola victoria significativa contra los nipones, mientras la flota rusa sufrió una derrota tras otra.
En noviembre de 1904, en el punto álgido del conflicto, Isoroku Yamamoto (entonces Takano), de 20 años, acababa de graduarse en la academia de la Flota Imperial Japonesa con el rango de Kaigun Shōi Kōhōsei (guardiamarina), comenzando su servicio en el buque de apoyo a submarinos Karasaki. Sin embargo, ya en noviembre de 1905, fue transferido al crucero blindado Nissin. Allí participó en la Batalla de Tsushima, los días 27 y 28 de mayo del mismo año, una de las páginas más oscuras de la historia de la flota rusa.
Tras perder tres destructores, los japoneses consiguieron borrar por completo la escuadra rusa enviada al Pacífico desde el Mar Báltico. Más de 20 barcos fueron destruidos en la batalla o hundidos por sus tripulaciones tras sufrir graves daños; otros siete izaron la bandera blanca de rendición. Unos 5.000 marineros rusos perecieron, y otros 7.000 fueron hechos prisioneros por los japoneses.
El Nissin recibió 11 impactos en el transcurso de la batalla. Su puente fue derribado, mientras que la metralla, causada por un potente proyectil que impactó en la torre de proa, acabó en la torre de mando, hiriendo al vicealmirante Misu Sotaro. Se convirtió en el único oficial con ese rango en ser herido en la batalla de Tsushima.
El propio Yamamoto no salió ileso. “El proyectil se estrelló justo contra el cañón de 8 pulgadas, aún no dañado, con un estruendo ensordecedor”, recordaría. “El humo tóxico cubrió por completo la proa del barco, mientras yo casi salía despedido hacia atrás por la fuerza de la terrible explosión. Di varios pasos a trompicones y, de repente, me di cuenta de que... dos dedos de mi mano izquierda se habían desprendido y se mantenían en su sitio sólo por la piel”. El joven oficial también sufrió heridas en su muslo izquierdo.
Los observadores militares británicos, que se encontraban a bordo del barco durante el impacto, afirmarían posteriormente que la causa de la explosión del arma del Nissin no fue el resultado de un bombardeo de precisión del enemigo, sino una mecha demasiado sensible de uno de los propios explosivos de los japoneses.
‘Venganza’
Isoroku tuvo una suerte increíble. Si hubiera perdido otro dedo, aparte del medio y el índice, habría sido dado de baja inmediatamente de las filas de las fuerzas armadas.
Pese a todo, sus lesiones no impidieron que Yamamoto se forjara una exitosa carrera militar con la flota, mientras que la Guerra Ruso-Japonesa acabaría sirviendo de entrenamiento militar de calidad y convirtiéndose en una página heroica de su biografía. “Como era de esperar de un hombre que había pasado por la guerra y se había enfrentado a la muerte, era difícil de asustar”, escribió la prensa japonesa sobre el almirante en la década de 1930.
El 30 de agosto de 1939, Isoroku Yamamoto fue ascendido a comandante en jefe de la Flota Combinada, el principal componente marítimo de la Flota Imperial de Japón. Desde Pearl Harbor hasta la batalla de Midway en junio de 1942, la armada japonesa fue prácticamente imparable bajo su mando.
Isoroku Yamamoto consiguió participar en la guerra contra el Imperio Ruso, pero no tuvo la oportunidad de luchar contra la Flota del Pacífico de la Unión Soviética en agosto de 1945. Dos años antes del inicio de la guerra ruso-japonesa, los estadounidenses llevaron a cabo con éxito la Operación Venganza con el objetivo de eliminar al almirante. Tras interceptar y descifrar una transmisión de radio japonesa, las fuerzas estadounidenses obtuvieron acceso a toda la ruta aérea del comandante naval japonés sobre las Islas Salomón. El 18 de abril de 1943, el avión de Yamamoto acabó cayendo en una emboscada aérea preparada por un grupo de cazas estadounidenses y fue derribado.
LEE MÁS: 4 datos sobre la guerra en la que Rusia no ganó ni una batalla