Príncipe Vasili Golitsin
El príncipe Vasili Golitsin (1643-1714) estaba considerado el favorito de la zarevna (princesa) Sofía (1657-1704), regente de Rusia en 1682-1689. Golitsin, descendiente de una antigua familia rusa de boyardos, llegó al poder durante el reinado del zar Fiódor (1661-1682), que duró de 1676 a 1682. Golitsin era comandante de guerra y jefe del Departamento de Armas del estado de Moscú.
Cuando Sofía subió al trono y fue la regente de sus hermanos menores Iván y Pedro, la carrera de Golitsin se disparó y también se convirtió en el guardián del Gran Sello de Moscovia y en el jefe de Asuntos Exteriores; de hecho, Golitsin dirigió el gobierno del estado de Moscú.
Retrato de Sofía Alekséievna
Museo del HermitageGolitsin llevaba un estilo de vida europeo, hablaba latín y su casa en Moscú podía rivalizar con los palacios del Kremlin en su magnificencia. Sin embargo, no hay pruebas de que Sofía y él mantuvieran relaciones sexuales: en público, sus interacciones eran estrictamente formales. Sin embargo, existen cartas cifradas de Sofía a Golitsin, que datan de 1689, cuando Golitsin estaba en guerra, en la campaña de Crimea. “Luz mía, mi hermano Vasenka... Ni siquiera podía creer que finalmente regresarías, solo entonces tendré fe, ya que te veré, mi luz, en mis brazos…” Las relaciones entre Sofía y Vasili debían ser muy estrechas.
En 1689, después de que Pedro I tomara el poder de Sofía, Vasili Golitsin y su familia fueron exiliados al norte de Rusia, donde murió Vasilii en 1714.
El príncipe Alexánder Ménshikov
Alexánder Ménshikov (1673-1729) procedía aparentemente de las clases bajas de la sociedad rusa. A pesar de haberse convertido en conde y príncipe, y de haber gobernado el país durante el reinado de Catalina I (1684-1727), la esposa de Pedro el Grande, Ménshikov nunca aprendió a escribir. Todas sus cartas fueron escritas por funcionarios.
No se sabe mucho sobre los primeros años de Menshikov; su biografía comienza en 1687, cuando a los 14 años se convirtió en ordenanza del joven Pedro el Grande. Ménshikov acompañó a Pedro en todas sus gestiones, le ayudó a organizar su Ejército de juguetes y participó con entusiasmo en todas las maniobras. Menshikov estuvo al lado de Pedro durante la campaña de Azov de 1695-1696, y en su Gran Embajada a Europa (1697-1698). Durante las batallas de la Gran Guerra del Norte. La destreza militar y la valentía de Alexander Menshikov le valieron el estatus de príncipe y el rango de general.
Alexánder Ménshikov
Colección de Y. Weisman, MúnichMénshikov controlaba gran parte de la correspondencia de Pedro, era su “jefe de gabinete” y su estrecho colaborador. Esto permitió a Ménshikov aceptar sobornos exorbitantes y participar en esquemas de corrupción a gran escala. Pedro lo sabía, pero para él Ménshikov era insustituible. “La justicia exige que se ponderen tanto sus crímenes como los servicios que ha prestado a la patria y al soberano”, dijo Pedro sobre Ménshikov, quien, a la muerte de Pedro, controlaba el Colegio de Guerra de Rusia y era Gobernador General de San Petersburgo.
Tras la muerte de Pedro, Ménshikov fue el principal impulsor de la proclamación de su esposa Catalina como próxima emperatriz rusa. Durante dos años, Ménshikov, de hecho, gobernó el país, antes de ser depuesto de sus cargos y exiliado en 1727, tras la muerte de Catalina. Alexánder Ménshikov murió en Siberia, en la ciudad de Beriozov, en 1729.
Grigori Potemkin
Grigori Potemkin llamó la atención de Catalina II por accidente, durante el golpe de Estado de 1762 que convirtió a Catalina en emperatriz rusa. Potemkin fue nombrado entonces ayuda de cámara en la corte imperial, pero no se convirtió en el favorito de Catalina hasta mediados de la década de 1770, cuando la emperatriz empezó a intercambiar cartas con él.
Potemkin demostró sus habilidades militares y su valentía en la guerra ruso-turca de 1768-1774 y, en 1774, se convirtió en general. Para entonces era la persona más cercana a Catalina II. Incluso hubo rumores sobre el matrimonio secreto de Catalina y Grigori. Desde el punto de vista político, la principal función y misión de Potemkin era controlar los territorios de Novorossiya (hoy, en parte Rusia, en parte Ucrania) y conquistar Crimea al Janato de Crimea.
Incluso después de caer en desgracia como favorito de Catalina II, Potemkin mantuvo una estrecha correspondencia con la emperatriz sobre su gobierno de Novorossiya y Crimea, que pasaron a formar parte del Imperio ruso en 1783. Potemkin también supervisó una amplia reforma militar que mejoró las formaciones y aligeró los uniformes de los soldados rusos.
Potemkin murió repentinamente de fiebre en una estepa de Moldavia en 1791. Catalina quedó desolada al enterarse de su muerte: “Mi alumno, mi amigo, se podría decir, mi ídolo, el príncipe Potemkin ha muerto”.
Grigori Rasputin
Contrariamente a los rumores que circulaban en la sociedad rusa de principios del siglo XX, el monje y curandero Grigori Rasputin (1869-1916) no era el favorito de la emperatriz Alexandra Fiódorovna, esposa de Nicolás II. Rasputin fue presentado por primera vez a la pareja imperial en 1905. Para entonces, se hizo evidente que la ciencia médica oficial no tenía cura para la devastadora enfermedad que padecía el hijo y heredero del zar, el zarévich Alexéi, de un año de edad. El pequeño sufría de hemofilia, una enfermedad que impide la correcta coagulación de la sangre y que podría provocar una muerte súbita. Grigori Rasputin, que se presentaba como curandero, prometió que podría ayudar al heredero.
En 1907, Rasputín tuvo la primera oportunidad de demostrar su habilidad. Fue capaz de detener una crisis hemofílica (hemorragia interna) de Alexéi, de tres años de edad, simplmente colocándose al lado de su cama y rezando. El Gran Príncipe Kirill Vladimírovich, primo de Nicolás II, fue testigo: “Cuando Rasputín fue llevado a la cama de mi sobrino enfermo, Rasputin fue capaz de detener la hemorragia interna y salvar al niño de un dolor insoportable”.
Rasputin no frecuentaba el palacio del zar -según la información del jefe de seguridad del Palacio de Invierno, Grigori lo visitaba “una vez cada uno o dos meses”, mientras que el zar Nicolás se reunía con Rasputin incluso con menos frecuencia, dos o tres veces al año. Rasputin mantenía una estrecha correspondencia con la emperatriz Alexandra Fiódorovna, que llamaba al monje “nuestro amigo”, pero no hay testimonios de ninguna comunicación privada entre Rasputin y la emperatriz - se sabe, sin embargo, que Rasputín también era capaz de calmar los ataques de histeria de la emperatriz.
Por otro lado, el monje no estaba involucrado en la política o en la toma de decisiones en nombre del zar, como muchos rumores afirmaban en su momento - simplemente no se le permitía entrar en los círculos cercanos del mandatario. Sin embargo, se sabe que Rasputin abogaba fuertemente por el mantenimiento de la paz y se oponía firmemente a que Rusia participara en la Primera Guerra Mundial. De hecho, profetizó que la guerra traería el fin del Imperio Ruso, como así fue.
En la propaganda antizarista de los últimos años del Imperio, Rasputin llegó a representar al “monje malvado” que influía negativamente en la familia del zar. Finalmente, fue asesinado el 17 de diciembre de 1916 por el príncipe Félix Yusúpov y sus ayudantes, entre los que se encontraba el Gran Príncipe Dmitri Pávlovich, primo del zar.
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