A lo largo de su historia, el Imperio Ruso ocupó partes de Europa del Este y del Norte, Asia e incluso Norteamérica. Fue el tercer estado más grande en la historia de la humanidad, ocupado el segundo lugar el Imperio Británico y el primer lugar el Imperio Mongol de Gengis Kan. Pero el mejor momento del Imperio Ruso se vivió en un momento anterior a su creación. En realidad, ocurrió en un edificio que ni siquiera existe ahora.
Retrato de Pedro el Grande
El Museo RusoA principios del siglo XVIII entre los estados europeos, Rusia era un recién llegado, y el título de su soberano, Zar, era algo difícil de comprender para los europeos. Muchas veces antes, los europeos se refirieron a Pedro como “el Emperador Ruso”, por ejemplo, durante su visita a Inglaterra, ya en 1698. La inmensidad del territorio de Rusia (comparado especialmente con los estados europeos) dejaba entender que su soberano era algo más que un simple rey, pero no sólo eso.
La reunión del Senado de Gobierno durante el reinado de Pedro el Grande
Dominio públicoA partir de 1706, Pedro, por primera vez en la historia de Rusia, otorgó a algunos de sus súbditos (el comandante militar Borís Sheremétiev, el estadista Nikita Zotov, el almirante Fiódor Apraksin, y otros) el título de “Conde”. En 1707, Alexánder Menshikov fue el primer hombre en Rusia en convertirse en Príncipe (Kniaz) no por nacimiento, sino por mandato del Zar. En Europa, los derechos para otorgar títulos como condes y príncipes pertenecían a los emperadores. En 1710, un año después de la asombrosa victoria de Rusia sobre Suecia en la Batalla de Poltava, el enviado británico a Rusia, Charles Whitworth (primer barón Whitworth) se refirió en su discurso al zar Pedro, nombrándolo “Kaiser” (similar al Kaiser o Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico que existió hasta principios del siglo XIX).
Finalmente, el zar Pedro modificó las instituciones estatales rusas. En 1711, creó el Senado de Gobierno, un claro gesto de homenaje al Senado del Imperio Romano. El Senado ruso era un consejo de altos funcionarios y comandantes militares que tenían el derecho de tomar decisiones estatales en ausencia del propio zar. Más tarde, entre 1718 y 1719, comenzó la creación de ministerios estatales centralizados, llamados Colegios. Los Colegios reemplazaron gradualmente los obsoletos sistemas de los prikazes de Moscú, dividiendo las funciones del estado entre las respectivas instituciones.
Así, para 1721, se hicieron todos los preparativos para anunciar el nuevo estatus del estado ruso y el de su soberano. ¿Cómo ocurrió esto?
Catedral de la Antigua Trinidad en San Petersburgo
Dominio públicoLa creación del Imperio Ruso se anunció el 22 de octubre de 1721, simultáneamente con la celebración del Tratado de Nystad (firmado entre la zarato de Rusia y el Imperio Sueco el 10 de septiembre de 1721) que puso fin a la Gran Guerra del Norte con la victoria de Rusia. Según este Tratado, Suecia aceptaba entregar Estonia, Livonia, Ingria y el sudeste de Finlandia a Rusia. Para los rusos, esta fue una victoria de enorme importancia, porque justo antes de la guerra, Suecia había sido la potencia militar más poderosa de Europa. Ahora, este puesto, por supuesto, lo ocupaba Rusia.
La cuestión de la proclamación de Pedro como Emperador de Rusia fue planteada por primera vez oficialmente sólo cuatro días antes de la solemne ceremonia, el 18 de octubre de 1721, por los miembros del Santísimo Sínodo (el órgano de gobierno de la Iglesia Ortodoxa Rusa). Decidieron “suplicar” a Pedro que aceptara el título de “Pedro el Grande, Padre de la Patria y Emperador de toda Rusia”. El 19 de octubre, esta decisión se dio a conocer al Senado. El 20 de octubre, el príncipe Alexánder Menshikov anunció esta decisión al propio Pedro, quien, según se informa, se negó a aceptar el título en repetidas ocasiones, pero finalmente dio su consentimiento.
Catedral de la Antigua Trinidad ahora
Visit PetersburgEl 22 de octubre se celebró un servicio de gala en la Catedral de la Antigua Trinidad, la primera y más antigua iglesia de San Petersburgo (destruida por los bolcheviques en 1933). Para la ceremonia, se reunieron más de 1.000 personas de los más altos rangos militares y civiles, y 125 galeras de la flota báltica formaron en el río Nevá, cerca de la plaza de la Trinidad. Dentro de la más bien pequeña catedral de madera, en un entorno algo modesto, Pedro aceptó el título de Emperador. Después de un servicio religioso, el canciller Gavril Golovkin (1660-1734) pronunció un discurso en el que, en nombre del Senado, del Sínodo y de todo el pueblo del zarato ruso, pidió a Pedro que aceptara el título de emperador. Tras asumir el título, Pedro el Grande hizo un discurso muy corto de sólo tres frases, dando gracias a Dios por la victoria sobre Suecia, animando a los soldados rusos a seguir mejorando en sus ejercicios militares, y concluyendo con “es apropiado trabajar por el bien común y el beneficio que el mismo Dios pone ante nuestros ojos [...] para que el pueblo sea consolado”.
Junto con Pedro, que cambió su título de Zar a Emperador, su esposa cambió su título de Zarina a Emperatriz, y la corona del Zar en el escudo de armas del estado fue sustituida por la coronal imperial.
Después de la ceremonia, siguió una gran celebración, con fuegos artificiales que duró casi tres horas. Estos fueron organizados y controlados por el propio Pedro el Grande. El emperador Pedro bebió con los invitados hasta las tres de la mañana, y la celebración duró una semana más.
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