Las costas de la isla de Oljón son rocosas, y en invierno las mareas de agua helada alcanzan varios metros de altura y adoptan formas estrafalarias. Un artista convirtió una roca en un mítico pez antiguo, en cuyo lomo crecía un pueblo con casas y árboles.
En otra roca, el escultor vio el rostro de un chamán y un bosque misterioso al que la gente va cuando acaba su vida terrenal. En la tercera, las imágenes de las serpientes, ayudantes del chamán y guardianes de la transición entre los mundos. En el cuarto, las fuerzas superiores que crean nuevas galaxias.
“El tema de este año es el ‘Universo del Baikal’ (nos dicen los organizadores del festival) porque para los lugareños no es sólo un lago, sino todo un universo que afecta a todos los procesos de la vida”.
El parque de hielo de Oljón es todo un kilómetro de obras maestras heladas, que ocupa desde el puerto del pueblo de Juzhir hasta la roca sagrada de Shamanka.
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