Territorios de Rusia fuera de las fronteras del país, en Suiza, Francia, Palestina y otros lugares

Estilo de vida
EKATERINA SINÉLSCHIKOVA
Un risco en Suiza, un lugar helador en el Ártico noruego, un lugar bíblico, entre estos curiosos sitios.

Ciudad y cosmódromo de Baikonur, Kazajistán 

Baikonur es una ciudad del sur de Kazajistán que cuenta con el cosmódromo del mismo nombre. Desde aquí han salido todos los lanzamientos espaciales de Rusia hasta 2016. El país eslavo ha arrendado el cosmódromo y los terrenos circundantes a Kazajstán hasta 2050. De modo que de hecho Baikonur es como territorio ruso: se le otorga el estatus correspondiente a una ciudad rusa de importancia federal. Aquí circulan los rublos, las leyes rusas están en vigor y todos los letreros están en la lengua eslava. En la plaza central hay una estatua de Lenin.

El cosmódromo se encuentra en la parte occidental del país y es uno de los lugares más seguros del mundo para la industria espacial. El problema se resolvió en 1994, con la firma de un acuerdo de arrendamiento, por lo que Rusia paga a Kazajstán unos 200 millones de dólares al año.

Llegar a Baikonur hoy en día solo es posible con un pase especial. Sin embargo, no es demasiado difícil conseguirlo. Se pueden obtener con invitaciones de quienes vive ahí o a través de las agencias de viajes. Las excursiones a Baikonur implican poder ver el lanzamiento de cohetes y por eso son tan caras: 95.000 rublos para un ruso, alrededor de 5.000 euros para un extranjero.

Peñasco en Suiza con una cruz de piedra

Estos escasos 495 metros cuadrados en los Alpes suizos han pertenecido a Rusia desde finales del siglo XIX. En 1799, el comandante ruso Suvórov y el ejército de coalición de los austriacos emprendieron una campaña en Suiza. El ejército ruso perdió 2.000 soldados en el paso de San Gotardo. El comandante no logró cumplir su objetivo de expulsar a los franceses de Suiza y el ejército tuvo que retirarse debido a las grandes pérdidas. Sin embargo, hay historiadores que creen que con esta derrota el ejército ruso obtuvo más gloria que con una victoria. 

Unos siglos más tarde, el municipio suizo de Urzern donó a Rusia un terreno en los acantilados alpinos, un pequeño campo cerca del monumento y la carretera que conducía a él, para la erección de un monumento a los caídos. Por cierto, el Gobierno suizo no fue informado en su momento y no tuvo conocimiento de la “isla” de Rusia hasta la década de 1970.

Asentamiento de Barentsburg en Noruega

El asentamiento minero ruso de Barentsburg existe en Noruega en virtud del Tratado de Spitsbergen de 1920, según el cual cualquier parte contratante (y hay más de 50) tiene derecho a realizar actividades económicas en el archipiélago de Svalbard. Sin embargo, Rusia es la única que disfruta de este derecho.

La URSS poseía tres de estos pueblos en el archipiélago, pero dos fueron abandonados tras el fin de la minería del carbón, y solo queda uno, subvencionado por el Estado.

Viven unas 400 personas, los ciudadanos rusos no necesitan visado para ir a Barentsburg, y hay trabajadores por turnos. En los últimos años el turismo se ha desarrollado activamente. En 2010 se colocó la señal: “Nuestro objetivo es el comunismo” encontrada en un almacén, para crear un aire soviético. El pueblo tiene su propia escuela, restaurantes, museo, hospital, guardería, hoteles, albergues, una perrera de trineos y un centro de artesanía.

Centro ruso en París 

En 2010 Rusia superó a Canadá y Arabia Saudí en una licitación para comprar un terreno en la orilla izquierda del Sena, cerca de la Torre Eiffel. Pagó 75 millones de euros (100 millones de dólares al cambio de entonces).

En los 4.245 metros cuadrados del Quai Branly, el arquitecto francés Jean-Michel Willmott diseñó una iglesia ortodoxa de la Santísima Trinidad, un centro de exposiciones, una escuela y una oficina diocesana con una sala de conciertos y alojamiento para sacerdotes. Legalmente todo esto forma parte de la embajada rusa en Francia, por lo que la zona tiene inmunidad diplomática.

La orilla del Jordán y la higuera bíblica, Palestina

En 2008 Rusia recuperó tres parcelas en Jericó, en la orilla occidental del río Jordán. Fueron adquiridos por clérigos rusos a finales del siglo XIX con donaciones de peregrinos, pero luego los terrenos fueron reeditados varias veces de un presidente de la Sociedad Imperial Ortodoxa Palestina (una organización humanitaria y científica establecida en Rusia) a otro. Finalmente, tras la muerte de uno de los presidentes, se hizo difícil transferir la propiedad de estas tierras a Rusia o a la sociedad humanitaria, y la cuestión no se resolvió más de un siglo después.

El área de 12.000 metros cuadrados también incluye un santuario cristiano: el árbol bíblico de Zaqueo. Según el Evangelio de Lucas, el encuentro entre Jesucristo y Zaqueo, el recaudador de impuestos, tuvo lugar bajo este árbol.

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