Así ha quedado Crimea tras las peores inundaciones de los últimos 100 años (Fotos)

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EKATERINA SINÉLSCHIKOVA
Un torrente de agua arrastró coches, inundó más de 100 calles y algunas casas quedaron completamente bajo el agua. Nuestra galería muestra cómo ha quedado días después uno los centros turísticos más populares de Rusia.

Una potente tormenta azotó Yalta el 18 de junio. La lluvia cayó durante más de seis horas, y en una noche cayó la precipitación de un mes. El río Vodopadnaya se desbordó y el agua se precipitó por las calles de la ciudad.

En pocos días, cayeron más de 135 mm de precipitaciones en la ciudad, una situación similar a la de hace unos 100 años, dijo la jefa de la administración local Yanina Pavlenko.

Más de 100 calles y metros se inundaron, la mayor parte de la ciudad quedó sin energía. Algunas casas quedaron completamente sumergidas y ahora están cubiertas de piedras y barro. Los habitantes de la zona inundada fueron evacuados al día siguiente.

El jefe de la República, Serguéi Aksiónov, inspeccionó el centro de la ciudad en barco. Se declaró una situación de emergencia en la península y los daños se calificaron como “catastróficos”.

Como consecuencia de las fuertes lluvias, falleció una persona y 54 resultaron heridas. Otra persona está desaparecida.

Inmediatamente después de la inundación, las playas de Yalta se convirtieron en un vertedero, donde se arrojaron montones de cieno, sombrillas rotas, tumbonas y lo que quedaba de los cafés y restaurantes de la playa. Una excavadora tuvo que nivelar la zona costera.

Ahora la mayoría de las playas ya están abiertas al público y vuelven a ser frecuentadas por los turistas. También se ha restablecido el suministro de agua y electricidad.

Sin embargo, el baño en el mar sigue estando prohibido debido a la contaminación por los residuos de la ciudad.

Las playas están patrulladas por la policía y los socorristas. Se aseguran de que los veraneantes no se metan en el agua, porque no todos los turistas se atreven a salir de la zona de emergencia. Algunos se quedaron porque habían “esperado demasiado tiempo para sus vacaciones”. 

Al mismo tiempo, personas con megáfonos siguen paseando por algunas playas y ofreciendo atracciones acuáticas.

Se han enviado 21.000 militares a Crimea para despejar la ciudad. En algún lugar la gente está tratando de hacerlo por sí misma, a mano. Para eliminar las secuelas, las autoridades destinaron 57,8 millones de rublos (800.500 dólares) a la ciudad.

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