1. Incendio de Moscú (1812)
Moscú no ha sido ajena a los grandes incendios: varios de ellos han devastado la ciudad a lo largo de su historia, matando a decenas de personas. En 1547, cuando las llamas devoraron la capital, perecieron más de 4.000 moscovitas.
Durante la ocupación francesa de 1812, Moscú se enfrentó a uno de sus incendios más devastadores. No se sabe quién o qué lo desencadenó, pero los principales sospechosos siguen siendo locales en busca de venganza o las propias autoridades rusas.
Este incendio destruyó dos tercios de la ciudad, incluyendo la mayoría de las estructuras de madera, 2.657 edificios de piedra, 122 iglesias y numerosos documentos y objetos culturales de valor incalculable. Miles de personas murieron, entre ellas 2.000 prisioneros de guerra rusos, que se reponían en manos de los franceses de sus heridas después de la batalla de Borodinó.
Cuando las tropas francesas abandonaron Moscú y la caballería rusa entró en la ciudad, se quedaron conmocionados por lo que se encontraron. “Apenas podíamos abrirnos camino a través de los cuerpos de personas y animales”, recordó el general Alexánder Benkerdorf. “Ruinas y cenizas por todas partes. Sólo las iglesias asaltadas y ennegrecidas servían como puntos de referencia entre la inmensa devastación”.
2. Incendio del Palacio de Invierno (1837)
El 29 de diciembre de 1837, el Palacio de Invierno, lujosa residencia de San Petersburgo frecuentada por los emperadores rusos, se incendió. Durante 30 horas, los bomberos y los 20.000 soldados que fueron llamados para sofocar las llamas no pudieron hacer nada, el fuego era demasiado fuerte.
El segundo y tercer piso del palacio se quemaron totalmente. Hermosos salones, ornamentos, obras arte de valor incalculable y manuscritos únicos se perdieron en el fuego. Se necesitaron dos largos años para reparar los daños.
3. Incendio de la Manezh (2004)
La sala de exposiciones Manezh de Moscú fue construida en 1817 junto a los muros del Kremlin y conmemoraba el quinto aniversario del triunfo de Rusia contra Napoleón.
El 14 de marzo de 2004, un incendio arrasó el edificio. Sobrevivieron solo los muros exteriores. La policía concluyó que se trataba de un ataque incendiario, pero los autores nunca pudieron ser capturados. Se cree que el crimen estaba relacionado con las elecciones presidenciales, celebradas el mismo día.
4. Incendio de la torre Ostánkino (2000)
Con 540 metros de altura, la Torre de Televisión Ostánkino de Moscú es la estructura más alta de Europa y uno de los principales hitos de la capital rusa.
El 27 de agosto de 2000, un poderoso incendio quemó tres pisos enteros de la elevada torre, incluyendo su famoso restaurante Sedmóie Niebo (Séptimo Cielo), que no pudo reabrir hasta 16 años después. De hecho, el fuego fue tan intenso que en un momento dado se temió que toda la torre se derrumbara.
5. Incendio del Jromaia Lóshad (El Caballo Cojo) de Perm (2009)
Este sigue siendo el fuego más letal de la historia moderna de Rusia. La discoteca Jromaia Lóshad (El Caballo Cojo) de Perm en la ciudad de Perm ardió en llamas el 9 de diciembre de 2009, después de que los códigos para evitar incendios fuesen ignorados. A pesar de que el club tenía un aforo para 50 personas, había unas 300 personas allí aquella noche. En el incendio murieron 156 personas.
Un castillo de fuegos artificiales prendió las decoraciones de madera que colgaban de las paredes, causando una estampida humana mientras los asistentes a una fiesta trataban desesperadamente de salir de allí. Había una única salida, la mayoría de las víctimas murió por inhalación de humo.
Esta tragedia causó un gran escándalo en Rusia: los propietarios del club fueron arrestados y el Gobierno de la región de Perm tuvo que dimitir.