Soprendido por Rusia: el actor Tom Hardy se enfrentó al frío siberiano

Estilo de vida
BORÍS YEGÓROV
El famoso actor de Hollywood ha confesado recientemente que tiene casi un cuarto de siberiano, según una prueba genética que se ha hecho. No es de extrañar entonces que este actor británico sienta una conexión real con Rusia, donde ha estado a temperaturas tan bajas como -37 °C.

Hardy vivió una intensa aventura siberiana: compitió con los campeones locales de japsagai (un tipo de lucha de origen mongol), ordeñó una vaca cuando hacía un frío helador, nadó en aguas que estaban a temperaturas cercanas a cero y participó en ceremonias paganas siberianas.

En la fría Siberia

En 2012 invitaron a Hardy a participar en un documental deDiscovery Channel titulado Driven to Extremes (Conducido a los extremos), dedicado a la ruta más fría del planeta: la carretera siberiana que va desde Yakutsk hasta Oimiakón. El actor recorrió más de 1.000 km junto con el expiloto de Fórmula 1, Mika Salo, y otros compañeros. Hardy pasó por zonas increíblemente remotas donde la temperatura caía hasta los -50 °C.

Fascinado por la belleza de la naturaleza siberiana, Hardy también temió por su salud, debido al frío extremo. “Los dedos empezarán a congelarse y a caerse, no es broma”, dijo.

Sin embargo, el actor británico logró superar las inclemencias del tiempo. Llegó a nadar en aguas heladas por la noche, cuando la temperatura era de -37 °C. Salo también saltó poco después y gritó: “¡Es suficiente para mí!”.

La última parada del viaje fue Oimiakón, el lugar habitado más frío del planeta, donde las temperaturas pueden llegar hasta los -71ºC. “Estoy muy agradecido por tener la oportunidad de estar hoy aquí”, afirmó Hardy.

“Ha sido lo más asombroso que he hecho en mi vida. Se trata de una experiencia de humildad. Es algo que me ha cambiado la vida”, añadió al final de su viaje.

En el cálido Moscú

Hardy volvió a Rusia el mes pasado, en septiembre, pero este reciente viaje fue mucho más cómodo y relajado que el anterior. El actor estuvo en Moscú para promocionar su nueva película, Venom.

Esta vez no hubo ningún extremo. Hardy caminó tranquilamente alrededor del parque Zariadie en el corazón de la capital, y también se subió al metro, donde frotó la nariz de la escultura de perro en la estación de Plóshchad Revoliutsii. Se dice que hacerlo da suerte.   

Curiosamente Hardy llegó a Moscú con un amuleto que le regaló una chamana durante su aventura siberiana. El actor confesó que lo lleva puesto desde hace seis años.

“No sé qué es lo que me atrae aquí... ¿Pero sabes qué? Recientemente me hice una prueba de ADN y descubrí que soy 22% siberiano!”.

Aquí puedes ver completa la aventura siberiana de Hardy (en inglés).

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