En 1996 Arnold Schwarzenegger visitó Moscú para inaugurar un restaurante Planet Hollywood.
Getty ImagesSchwarzenegger confesó que se quedó sorprendido tras redescubrir Rusia y afirmó que se enamoró del país tras su visita en 1988. Llegó a Moscú durante la Perestroika para hacer el papel del policía soviético Iván Danko en la película Danko: Calor Rojo. Su visión sobre Rusia y la URSS sufrió una “peculiar evolución”, ya que al principio se basaba en el miedo, una opinión que se formó durante su infancia en la Austria de posguerra.
“Mi padre estuvo en las filas del Ejército alemán luchando contra Rusia. Fue herido en Stalingrado... Cuando tenía cinco años y nos estábamos mudando a Viena pasamos por un control de fronteras ruso, porque una parte de Austria estaba ocupada por los rusos. Daba mucho miedo. Siempre ha habido en tu cabeza una imagen de Rusia que da miedo, temía que nos sacaran del vehículo y nos mandaran a Rusia...” (entrevista en ruso).
Visitó la URSS como turista pero todo cambió en 1988. Moscú se hizo “inolvidable” para Schwarzenegger. “Era en mitad del invierno. Nevaba y era muy bonito. La gente del rodaje era muy trabajadora. Gracias a eso vi a Rusia mediante una nueva luz”, declaró el artista.
La ciudad volvió a fascinarlo de nuevo a mediados de los años 90, cuando inauguró un restaurante Planet Hollywood. En aquella ocasión hizo de guía el entonces alcalde Yuri Luzhkov. “Cruzamos todas la ciudad a las dos de la madrugada. Me mostró diferentes iglesias y gran variedad de lugares. Fue algo inolvidable”.
En 1988 Schwarzenegger no esperaba hacerse famoso en la URSS. Aunque la Perestroika iba ganando importancia todavía era muy palpable el ambiente de Guerra Fría. El actor declaró a un grupo de periodistas estadounidenses que nunca se había imaginado “la magnitud de su éxito” en la URSS.
Arnold Schwarzenegger vestido de policía soviético en la Plaza Roja (Moscú) durante el rodaje de la película ‘Danko: Calor Rojo’, 1988.
P. Kassin/Sputnik“Cuando estuve allí me quedé impresionado al ver tantos niños en frente del hotel en el que me alojaba o en la Plaza Roja, donde rodábamos”, dijo. Las autoridades soviéticas prohibieron que se mostraran en los cines las películas de Hollywood en las que actuaba. Pero según el propioSchwarzenegger, “un oficial soviético que estaba con nosotros todo el tiempo nos explicó que mis videos eran los más demandados en el mercado negro de Moscú y de toda la URSS”.
Schwarzenegger se debió de quedar sorprendido cuando le ofrecieron convertirse en alcalde de Moscú durante una visita de perfil alto en 2010. Dmitri Medvédev, que era el presidente en aquel momento, se acercó al actor y le comentó la idea. El puesto estaba vacante tras las salida de Yuri Luzhkov, que se retiró a regañadientes tras ser despedido por Medvédev.
“Si fueras ciudadano ruso podrías venir a trabajar con nosotros”, le dijo Medvédev a Schwarzenegger durante su reunión. Se comenta que el actor se quedó callado.
La oferta no parecía completamente fuera de contexto, ya que en ese viaje Schwarzenegger llegó como político, cuando se estaba acabando su mandato como gobernador de California.
En 2010, recordando el periodo de Danko: Calor Rojo, declaró que nunca pensó que “iba a volver como gobernador”. Sin embargo, cuando terminó su legislatura en California volvió a Hollywood.
Schwarzenegger no solo conoció a Medvédev sino que este le dio una vuelta. Los medios rusos comentaron en ese momento que “Arnold Schwarzenegger no podía ni haber imaginado que iba a tener ese conductor”.
Medvédev lo llevó en una Chaika, una limusina soviética que solo utilizaban los altos cargos de la URSS.
Medvédev llevó al actor-gobernador a Skólkovo, un centro de innovación que el presidente había creado tras un viaje a Silicon Valley. Quería mostrar a Schwarzenegger lo que supuestamente iba a convertirse en el Silicon Valley de Rusia.
Hubo un encuentro dedicado a la cooperación ruso-estadounidense en el ámbito tecnológico, pero lo que más interesó a Schwarzenegger durante su visita fue una cascada artificial, informaron los medios rusos. El agua caía de tal manera que se formaban palabras y logotipos. “¿Cómo lo hicisteis?”, preguntó. Le comentaron que se trataba de ua nueva e innovadora tecnología hecha para la regulación de corrientes. ¿Pero cómo lo hicisteis?”, continuó preguntando el sorprendido visitante.
Te explicamos cómo Hollywood nos daba gato por liebre cuando necesitaba aviones rusos en sus películas.
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