Hace cinco años Suleimán Magomédov, nativo de Kaspíisk –una pequeña ciudad en la república de Daguestán, en el Cáucaso ruso– decidió que iba a convertirse en un hombre legendario. Todo con lo que contaba este hombre de 50, eran 25 años de lucha libre (solo los vagos no se dedican a la lucha cuerpo a cuerpo en Daguestán), pero de repente se interesó por el masaje y se entusiasmó con el yoga. Esto fue suficiente como para decidir hacer un experimento: “caminar” sobre las manos los diez kilómetros de distancia que hay entre Kaspíisk y la capital de la república, Majachkalá.
El experimento fracasó. “No tenía experiencia, el tiempo fue malo, no calculé mis fuerzas. Sinceramente, casi me congeló”, comenta Magomédov como si se estuviera justificando. Y es que en aquel entonces, en 2013, “solo” era capaz de ir kilómetro y medio sobre sus manos.
Hacerlo mejor que Bruce Lee
Mucho ha cambiado desde entonces. En primer lugar, Magomédov decidió que ir sobre sus manos no era suficiente. Aprendió toda una serie de nuevos “trucos”: las posturas más difíciles de yoga, a pesar de su edad es capaz de hacer flexiones con un dedo y de mantenerse sobre sus uñas durante horas. Aunque quizá lo más sorprendente de todo es que en casa aprendió a tragar dagas de 45 cm de longitud.
“Es muy difícil, completamente desagradable y muy peligroso. Pero no hay nada [como tragar sables] para demostrar las excepcionales cualidades del cuerpo humano. Por eso decidí probarlo, al principio practicaba mucho con una manguera y luego comencé a entrenar con dagas cortas”, explica Magomédov.
En segundo lugar, Magomédov no abandonó la idea de ir sobre sus manos entre ambas ciudades y durante años esto se ha convertido en su misión social. Al menos, se explica a sí mismo: “Quiero que todos sepan que un hombre es capaz de ir sobre sus manos durante los diez kilómetros. Que Bruce Lee hace flexiones sobre dos dedos... y un daguestaní puede hacerlas sobre uno. Quiero convertirme en un ejemplo para Daguestán y para toda Rusia y mostrar los milagros de los que capaz nuestro pueblo”.
En mayo de este año ha cubierto la distancia entre Kaspíisk y Majachkalá en 12 horas. Si te parece que esto es demasiado, el récord del mundo es todavía más alucinante. En el año 1900 Johann Hurlinger fue capaz de andar sobre sus manos durante 1.400 km, desde Viena a París. Durante 55 días “caminó” diez horas al día. El sueño de Suleimán Magomédov es superar el récord de Hurlinger.
Superarse a sí mismo, esta es una de las características del carácter ruso. Si quieres saber más sobre ello, lee aquí.
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