En total, entre 12 y 13 millones de toneladas de gas natural licuado (GNL) ruso fueron entregadas al Viejo Continente este año. Rusia domina el 20% de este mercado, comparado con el 13% de los Estados Unidos, dijo el ministro de Energía ruso Alexánder Novak a RBC.
Se trata de cifras que indican un fuerte crecimiento, ya que el año pasado Rusia exportó sólo 4,43 millones de toneladas de este producto (y 0,15 en 2017). El país, que en 2018 era el cuarto proveedor de Europa, por detrás de Qatar (16,42 millones de toneladas), Argelia (9,29 millones) y Nigeria (9,07 millones), pero se encontraba por delante de EE UU (2,7 millones), puede por tanto haber mejorado su posición en este ranking.
Además, todos estos suministros rusos provienen de la planta de GNL de Yamal, situada en el Ártico. Esta produjo unos 17,2 millones de toneladas de GNL en 2019, de las cuales el 81% fue enviado a Europa.
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Francia fue el principal comprador de la producción rusa en Europa en 2019, con 4,7 millones de toneladas, explicó María Belova, analista de Vygon Consulting, citada por RBC.
Además, el auge del consumo europeo de gas natural licuado no parece ir en detrimento del de gas distribuido por gaseoducto, ya que las exportaciones del gigante ruso Gazprom en este mercado sólo han caído un 0,1% este año (hasta 188.100 millones de metros cúbicos), e incluso han aumentado fuertemente a países como Francia y los Países Bajos, que han visto crecer su demanda un 9,1% y un 36,9% respectivamente.
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