Guía: cómo abrir una galería de arte en Moscú y mantenerse a flote

Economía
ALEXANDRA GÚZEVA
La capital rusa tiene, sorprendentemente, pocas galerías privadas de arte, y la competencia seria en este mercado sigue siendo muy escasa. Le preguntamos al joven galerista Serguéi Gushchin qué se necesita para abrir una galería en Moscú.

Serguéi Gushchin, experto en relaciones públicas y comunicaciones, visitó una vez la Bienal de Venecia con un amigo artista. “Compramos un catálogo y recorrimos los pabellones de diferentes países para evaluarlos. Era como un juego de crítica de arte. Más tarde, mientras renovaba su apartamento, Serguéi se dio cuenta de que le gustaría tener algo de arte contemporáneo. Compró un par de obras, pero su alma no se conformaba con eso.

Así que, después de dos meses de arduo trabajo, abrió una nueva galería, llamada Fragment, en el centro de Moscú. En los 18 meses transcurridos desde entonces, la galería ha realizado 12 proyectos expositivos y sus artistas han participado en eventos artísticos rusos e internacionales. Le preguntamos a Serguéi sobre el secreto de su éxito.

No esperes ganar dinero de forma rápida

Todo lo que Serguéi invirtió (y sigue invirtiendo) salió de su propio bolsillo. Se dice en el mundo del arte que una galería moderna sólo puede esperar alcanzar el punto de equilibrio después de un mínimo de 3-5 años. Los gastos mensuales de la galería son principalmente la producción de obras de artistas, los salarios de los empleados y el alquiler, que en el centro de Moscú es de 100-300.000 rublos (1.500-4.500 dólares) al mes.

Es un mito que una galería pueda generar ganancias de la noche a la mañana. El resultado del primer año fue un 60% de fondos invertidos y un 40% de ingresos. Para una galería de arte moderno, eso es bastante excepcional”. Serguéi considera 80-20 como un pronóstico optimista para el primer año. Esto significa que superamos nuestro objetivo, tal vez porque tenemos un grupo de grandes artistas, y tal vez porque hay un interés del público por nuestra joven galería.

El rango de precios de Fragment oscila entre 1.000 y 6.000 euros, pero en raras ocasiones algunas artes gráficas pueden venderse por 300, mientras que las obras de gran formato pueden alcanzar los 15.000 euros.

Encuentra un lugar con los vecinos correctos”

Serguéi evaluó varios emplazamientos, pero el centro de Moscú siempre fue el primero de la lista. Es el hogar de grandes grupos artísticos como Vinzavod, además de aportar los evidentes beneficios de estar cerca de otras instituciones culturales. Al final, su mirada se posó sobre un pequeño edificio de oficinas en los Estanques del Patriarca, con su propia entrada separada. Los viejos muros fueron demolidos y los nuevos fueron construidos con ventanas recién instaladas.

Serguéi se siente feliz de que la gallería esté sola en su ubicación, sin formar parte de un grupo. Además, Estanques del Patriarca es un lugar magnífico, lleno de restaurantes y gente, especialmente los fines de semana y las noches cálidas. El edificio contiguo alberga el Teatro Práktika, que acoge obras dramáticas modernas, por lo tanto, los asistentes son clientes potenciales para Fragment.

En los últimos 18 meses, la galería ha tenido una afluencia de alrededor de 9.000 personas, lo que no está nada mal para un nuevo espacio de arte. Vienen a nosotros especialmente, porque no hay otra institución de arte en todo el distrito. Hace poco se inauguró el centro educativo del Museo de Arte Moderno.

Piensa en tu concepto y elige bien a tus artistas

Serguéi cree que las galerías pueden funcionar de dos maneras distintas.

La primera es reclutar de 30 a 40 artistas y rotar constantemente sus obras en el espacio expositivo. Que giran como las bolas de una rueda de ruleta. Algunos pueden tener suerte, otros no. Es un juego de azar.

Serguéi eligió la otra forma de trabajo: seleccionar 4-5 artistas y construir sus carreras. Además, la galería alberga proyectos de exposición con artistas y curadores especiales invitados, así como convocatorias abiertas. En estos casos, la galería sólo puede vender las obras expuestas y por un período de tiempo limitado.

Serguéi trabaja sólo con jóvenes artistas menores de 35 años. En busca de su equipo, examinó las listas de todos los graduados de la escuela de arte y los nominados de todos los premios.

Firma un contrato con cada artista contratado, especificando el porcentaje de la galería. Actualmente tenemos contratos de exclusividad con dos artistas, Iliá Fedótov-Fiódorov y Alexéi Martins. Su participación en exposiciones de terceros son coordinadas por nosotros.

Elaborar una estrategia de comunicación

Serguéi cree que el mercado del arte ruso sigue siendo débil, por lo que es importante encontrar un buen asesor de arte y un experto en relaciones públicas que conozca el terreno. Una vez conseguidos esto, la imaginación queda libre para volar.

Crea un grupo de coleccionistas

El objetivo principal de la galería es llegar a potenciales compradores de arte contemporáneo. “Nuestra tarea para los primeros tres años es formar un grupo de coleccionistas con los que podamos hacer negocios. En la actualidad contamos con unas 30 personas que compran cosas periódicamente. Al igual que nuestros artistas, se trata principalmente de jóvenes de entre 30 y 40 años. Compartimos la emoción del encuentro y del descubrimiento. Juntos desarrollamos nuestro interés general en el arte moderno.

Hacer más proyectos

Una nueva galería no puede arreglárselas con 4-5 proyectos al año; tiene que hacer mucho más que eso. Con el tiempo, el número de exposiciones puede reducirse y cada una de ellas puede tener un ciclo más largo.

Las obras más vendidas son la pintura y el arte gráfico, las más sencillas y claras, algo que se puede colgar en la pared. Le siguen otras obras bidimensionales, pero esta vez más abstractas y conceptuales, seguidas de objetos de arte. Pero Serguéi cree que los coleccionistas aún no están preparados para el arte complejo: es más difícil de almacenar, más frágil, una bombilla podría romperse en alguna parte.

Participar en exposiciones internacionales

Los artistas que participan en residencias, exposiciones y bienales internacionales tienen contacto con el mundo exterior y entienden de qué se trata. Tratan temas de actualidad en su trabajo, lo que es muy importante.

Si quieres artistas de alto nivel, tienen que vivir en un contexto global. Participar en ferias internacionales queda muy bien en el currículum y aumenta el valor del artista.

También es importante desarrollar nuevos mercados. Recientemente, por ejemplo, uno de los artistas de la galería participó en la feria SP de Arte en Sao Paulo, donde Fragment era la primera galería rusa en participar: El interés por el arte ruso era enorme. En Brasil, es visto como exótico”.

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