¿Por qué 'La Trinidad' de Andréi Rubliov es el icono ruso más famoso?

Cualquier icono pretende ofrecer una representación visual de conceptos filosóficos difíciles. Los iconos ortodoxos son especialmente famosos por esto, pero incluso entre ellos “La Trinidad” de Andréi Rubliov se distingue y representa un fenómeno verdaderamente único. El monje-pintor no sólo consiguió expresar uno de los dogmas más importantes y difíciles de entender del cristianismo sobre la divina trinidad, sino que además lo hizo al más alto nivel artístico. Los teólogos creen que este icono concentra la visión cristiana de Dios y del amor.

¿Cómo surgió “La Trinidad”?

La historia del icono está inextricablemente ligada a la Lavra de la Trinidad de San Sergio, uno de los principales monasterios ortodoxos fundados por Sergio de Rádonezh. Se cree que la Trinidad fue pintada en la primera mitad del siglo XV (entre 1422 y 1427, según los expertos de la Galería Tretiakov). Supuestamente, Nikón, discípulo de Sergio de Rádonezh y segundo hegúmeno del monasterio, pidió a Andréi Rubliov que pintara una imagen de la Santísima Trinidad "en alabanza a su padre Sergio" para la recién construida Catedral de la Trinidad del monasterio. Se cree que el artel de Rubliov también pintó toda la Catedral de la Trinidad con frescos.

El icono mide 141,5 x 114 centímetros y fue pintado al temple de huevo sobre una tabla de madera. Se convirtió en una de las principales reliquias del monasterio (además de las reliquias de San Sergio de Rádonezh) y se colocó en el iconostasio de la iglesia de la Trinidad, a la derecha de la puerta del altar real.

¿Qué se representa?

"San Andrés, habiendo tomado como base la conocida historia bíblica de la "Hospitalidad de Abraham el Patriarca" (el Señor se le apareció a Abraham en forma de tres viajeros (Génesis, capítulo 18)), la liberó de detalles menores y la convirtió en una imagen simbólica del misterio de la Trinidad - una y la misma, existente en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo", - explica el sacerdote ortodoxo Antoni Borisov.

La base de la composición del icono son tres ángeles y una mesa, sobre la que se encuentra un cáliz con cabeza de ternero. Este cuenco es el centro del icono y alrededor de él se representan las figuras en círculo (e incluso las cabezas de los ángeles están inclinadas para que la composición cree un círculo). El cáliz como símbolo de la Eucaristía, el santo sacramento de la comunión, remite al Nuevo Testamento y al propio Cristo. Dos de los ángeles bendicen el cáliz, es decir, el propio sacrificio de Cristo.

Los historiadores del arte y los teólogos siguen sin saber qué ángel simboliza a quién. Una de las versiones básicas es que en el lado izquierdo está Dios-Padre, y en el centro - Dios-Hijo (famosos iconógrafos y muchos eminentes clérigos entre otros se adhieren a esta opinión). Según otra versión, Dios-Padre sigue estando en el centro, por lo que se subraya la centralidad de su figura en el dogma de la trinidad.

¿Qué tiene de único?

El dogma de la Trinidad, de las tres hipóstasis de un solo Dios, su trinidad, es uno de los más importantes del cristianismo. Pero la dificultad de representarlo es que Dios es incomprensible y "nadie ha visto a Dios", como dice el Evangelio. En la iconografía cristiana ha habido intentos de representar a la Trinidad en forma de Dios Padre-Rey, Dios Hijo-Jesús y el Espíritu Santo en forma de paloma, pero tal interpretación visual contradecía la comprensión actual de la doctrina de la Trinidad y se consideraba problemática (en gran parte porque Dios Padre era inimaginable).

Quedan muy pocos ejemplos de estos intentos de representar la trinidad del Nuevo Testamento: Dios Padre, en su regazo el niño Jesús (Salvador Emmanuel), y la paloma, símbolo del Espíritu Santo (una paloma simbólica puede encontrarse en muchos iconos y pinturas de iglesias).

Andréi Rubliov fue el primer iconógrafo capaz de entender y expresar la divina trinidad de una manera diferente. Su interpretación visual de la Trinidad fue realmente ingeniosa y ayudó a comprender correctamente este dogma difícil de entender. A partir de este momento, la iconografía ortodoxa rusa se orientó en la pintura de la Santísima Trinidad precisamente hacia Rubliov. Este canon también fue prescrito para ser respetado por los concilios eclesiásticos.

Se cree que la aparición de este icono sólo fue posible en el siglo XV, cuando el entorno espiritual del cristianismo y el monacato rusos ya tenían una necesidad urgente de contemplación de Dios y de comunión directa con Él.

Además, la imagen de la Trinidad tiene un significado sagrado especial para la ortodoxia rusa y una especie de símbolo de la existencia de una Rusia unida. La Trinidad de Rubliov apareció en la época del inicio de la unificación de las tierras rusas y de la lucha contra los tártaros-mongoles. "El icono de la Santísima Trinidad se convirtió no sólo en un manifiesto teológico, sino también en una manifestación de la pedagogía de la Iglesia. No en vano, el gran santo ruso San Sergio de Rádonezh condujo a los orgullosos príncipes a esta imagen, llamándoles a la unidad y a la paz, "para que mirando a la Santísima Trinidad se supere el miedo a la odiosa discordia de este mundo", dice Antoniy Borisov.

“La Trinidad" en nuestros días

A finales del siglo XVI, para su "conservación", el icono fue encerrado en un pesado marco de oro del que sólo se veían las caras de tres ángeles (también era un signo de gran veneración, ya que muchas personas ricas donaron oro para ello, incluidos los zares: Iván el Terrible y Borís Godunov).

El icono estuvo colgado con esta "armadura" hasta 1904, cuando el director del monasterio invitó a los restauradores a retirar el marco y refrescar la capa superior de la oleofana, una sustancia aceitosa especial utilizada para proteger los iconos de madera.

El icono ha sido restaurado varias veces a lo largo de varios siglos y ha resultado estar completamente "pintado". Había varias capas de pintura encima, que se superponían aproximadamente al original. Las vestimentas de los santos y el fondo habían sido sobreescritos. Al mismo tiempo, los rostros, aparentemente, fueron tratados con más delicadeza y en ellos se notaba que el icono había sufrido cambios.

Los restauradores "limpiaron" el icono eliminando algunas de sus capas posteriores y revelando los colores claros de Rubliov.

Como parte de la campaña antirreligiosa tras la Revolución de 1917, los bolcheviques se apoderaron de los tesoros de la iglesia para las necesidades del Estado. Sin embargo, los bolcheviques se dieron cuenta del valor de los monumentos individuales de "arte y antigüedad". La Lavra de San Sergio se cerró, pero una comisión especial identificó objetos de especial valor artístico e histórico y los colocó en un museo instalado cerca del monasterio. Sin embargo, en 1929 se transformó en un "museo antirreligioso" y el icono se trasladó a la Galería Tretiakov.

El icono se ha mantenido allí desde entonces y sólo ha salido de la galería unas pocas veces. Fue evacuado a Novosibirsk en 1941. Para el día de la Santísima Trinidad de 1997, el icono fue trasladado a la iglesia-museo de la Galería Tretiakov, la Iglesia de San Nicolás en Tolmachi.

En 2022, por primera vez en casi 100 años, el icono viajó de nuevo a la Lavra de la Santísima Trinidad de San Sergio para conmemorar el 600 aniversario del hallazgo de las reliquias de San Sergio de Rádonezh. Durante varios días permaneció entre los muros de la Catedral de la Trinidad en una cápsula protectora especial, que mantenía la temperatura y la humedad necesarias.

Desde hace muchos años se discute en círculos eclesiásticos y laicos si la santa reliquia debe ser devuelta a su legítimo lugar. Aun así, los trabajadores del museo aseguran que el icono necesita unas condiciones especiales, un clima y una vigilancia constante, que sólo pueden garantizarse en la galería.

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