Vasili Perov. “La víspera de que las mujeres honren a la futura esposa: ceremonia de acompañamiento fuera de la bania”, 1870
La bania tenía un significado especial para los rusos. Antiguamente había días establecidos para ir a este baño caliente de vapor, y se observaban reglas específicas. Una de las principales razones para ir a la bania era una boda próxima. Además, se podía permanecer en la bania medio día, no sólo revolcándose en el vapor, sino también bebiendo vodka y comiendo. El cuadro de Perov muestra a una futura novia, lánguida después de su baño de vapor, siendo acompañada fuera de la casa de baños. Está tan ensimismada que incluso se ha olvidado de llevar su pequeño paquete de ropa al salir.
Kazimir Malévich. “En la bania”, 1910-11
Incluso el fundador del suprematismo y autor del “Cuadrado Negro” tenía su propia interpretación de la bania. En este dibujo de grafito representa una simple escena cotidiana, y el artista ya busca su propio estilo y “juega” con la forma, abandonando la representación exacta de la realidad.
Zinaída Serebriakova. “La bania”, 1913
Destacada mujer de la vanguardia rusa celebra la feminidad y las formas femeninas a la manera modernista característica de su tiempo. Las figuras femeninas de su cuadro son campesinas y cada una de las 11 aparece atendiendo a sus propios asuntos. La artista trabajó durante dos años en este lienzo relativamente grande - 135 x 174 cm - y realizó numerosos estudios.
Borís Kustódiev. “Venus rusa”, 1926
El título habla por sí mismo. Principal cronista ruso de la vida cotidiana de la clase mercantil, Kustódiev representó el ideal de belleza ruso según las percepciones de principios del siglo XX.
Alexánder Gerasimov. “Bania de pueblo”, 1938
El pintor de la corte de Stalin fue el autor de obras soviéticas emblemáticas como “Lenin en el podio” e “I.V. Stalin y K.E. Voroshilov en el Kremlin”. Pero también realizó obras informales que reflejan su talento como pintor. Una de ellas es aparentemente una escena de género muy soviética ambientada en una bania, y sin embargo las figuras que aparecen en ella tienen un aire a Rubens.
Arkadi Plastov. “Primavera”, 1954
Los cuerpos desnudos estaban prácticamente ausentes del arte oficial soviético, y por eso el cuadro de Plastov era un experimento muy audaz. En un gran lienzo de 210 x 123 cm, una chica desnuda viste a un niño después de la bania.
Vladímir Stozharov. “Bania. Mujer fregando” (estudio), 1960
Además de las iglesias, los temas rurales y las naturalezas muertas con lapti (zapatos de rafia), Stozharov, pintor de escenas de la vida cotidiana rusa, realizó también una serie de estudios sobre el tema de la bania. Las mujeres de estas composiciones están desprovistas de erotismo y se muestran realizando actividades mundanas: lavándose el pelo, sentadas en posturas sencillas o haciendo la colada.
Fiódor Samusev. “Después de la bania”, 1960
Para muchos pintores soviéticos, los temas de la bania ofrecían una excusa adecuada para practicar la representación de la figura desnuda. Por lo general, los estudiantes de las escuelas de arte también perfeccionaban sus habilidades con temas de la bania.
Alexéi y Serguéi Tkachev. “En la bania”, 1974
Los hermanos Tkachev pintaron toda una serie de obras dedicadas a la bania, tanto en invierno como en verano. Retrataron a la gente después de la bania, a personas frotándose con la nieve o reclinándose en la sala de vapor. Este cuadro muestra el tema ya clásico de una mujer lavando a un niño en una bania.
Yuri Penushkin. “Fuera de la bania”, 1975
El artista pasó su infancia observando furtivamente a mujeres sudorosas que salían de una casa de baños, sacaban agua y volvían a entrar. Por eso describe este misterioso ritual como una auténtica maravilla rusa.
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