5 cosas que no sabías sobre el Judozhestveni, el cine en funcionamiento más antiguo de Moscú

Cultura
VALERIA PAIKOVA
Los amantes del Séptimo arte acudieron por primera vez al legendario cine en 1909 para ver la película muda francesa Georgette. Más tarde, acogió el estreno mundial de la epopeya El acorazado Potemkin de Serguéi Eisenstein.

1. Es uno de los más antiguos del mundo

El cine Judozhestveni, situado en la plaza Arbat, es uno de los más antiguos del mundo que sigue en funcionamiento. El palacio del cine ha sobrevivido a la Revolución Rusa de 1917, a la Segunda Guerra Mundial, a la época de estancamiento de los años 70 y a la tumultuosa Perestroika de los 80.

El emblemático local se inauguró el 10 de noviembre de 1909. Llamado originalmente “Electro-Teatro de Arte”, la primera proyección tuvo lugar al día siguiente. El público esperaba con impaciencia el drama mudo francés Georgette, dirigido por Maurice de Féraudy. Las primeras proyecciones fueron muy breves y sólo duraron unos 15 minutos.

En 1909, visitó el cine nada menos que el autor de Guerra y Paz, Lev Tolstói.

2. Usó algunas soluciones de diseño únicas

El diseño original del cine fue creado por el arquitecto ruso Nikolái Blagoveshchenski. Era un edificio de una sola planta con una cúpula y una fuente luminosa en el vestíbulo. La sala de cine tenía originalmente capacidad para unas 400 personas.

Cuatro años después de la inauguración, el cine fue comprado por el pionero cineasta y empresario ruso Aleksandr Janzhonkov. Para entonces, estaba claro que el público moscovita estaba ávido de películas, por lo que era necesario ampliar el local para aumentar el aforo.

En 1913, el edificio fue reconstruido según el diseño del arquitecto Fiódor Schejtel, líder de la escena Art Nouveau de Moscú.

El Judozhestveni fue restaurado y modernizado. La fachada del cine se diseñó en estilo clásico. Se instaló un sistema de calefacción de vapor, con una cabina especial erigida en el techo del edificio para guardar las pilas de bobinas de película. El vestíbulo se decoró con lámparas de cristal, columnas y palmeras de mármol. Músicos y actores daban la bienvenida a los invitados con actuaciones en directo antes de cada proyección.

El cine duplicó su capacidad para acoger a unas 900 personas. Al igual que en el teatro, los mejores asientos eran para los invitados de más alto nivel. La intelligentsia moscovita solía ocupar los asientos del patio de butacas, mientras que los más pobres tenían sus asientos en el gallinero.

El repertorio también se había ampliado. En 1914, en el Judozhestveni se proyectaban unos 15 cortometrajes mudos.

Durante la Revolución Rusa de 1917, el cine se utilizó como centro de detención para prisioneros del Ejército Rojo.

En 1919, Vladímir Lenin promulgó el decreto “Sobre la transición del comercio y la industria fotográfica y cinematográfica bajo el control del Comisariado del Pueblo para la Educación”. En consecuencia, el cine dejó de ser privado y pasó a ser propiedad del nuevo Estado soviético.

3. Ofrecía servicios de entrega de entradas

En su día, el Judozhestveni ofrecía el más alto nivel de servicio. Era el único cine ruso que entregaba entradas en papel directamente en el domicilio de los clientes. Sin embargo, había muchos edificios residenciales en las inmediaciones para recibir este extravagante lujo.

A mediados de la década de 1930, el cine contaba con casi 950 butacas, un bar con bebidas y dulces, una sala de lectura, un cambiador de bebés y un patio para celebrar conciertos en directo en verano.

El cine continuó funcionando incluso durante la Segunda Guerra Mundial para proporcionar una muy necesaria inyección de moral a los ciudadanos de la capital rusa.

En la década de los años 50 se volvió a modernizar. Se tapiaron algunas de las ventanas, se eliminó el foso de la orquesta y se quitaron las molduras antiguas de la fachada.

En 1955, el Judozhestveni se convirtió en el primer cine de pantalla ancha de la URSS.

Siguió siendo el cine más grande y popular de Moscú hasta que el cine ‘Rossiya’ abrió sus puertas en la plaza Pushkin para acoger la segunda edición del Festival Internacional de Cine de Moscú en 1961.

4. Acogió estrenos de películas con alfombra roja

En 1926, el Judozhestveni (que entonces se llamaba oficialmente “Primer Cine Estatal”) acogió el estreno mundial del emblemático drama histórico de Serguéi Eisenstein El acorazado Potemkin. La película se proyectó a sala llena.

En 1931, se proyectó aquí Camino a la vida, la primera película soviética con sonido. Fue elogiada en el Festival Internacional de Cine de Venecia de 1932, y su realizador, Nikolái Ekk. ganó el premio al mejor director.

En 1936 se proyectó en el Judozhestveni la primera película en color de la URSS, Grunia Kornakova.

5. Pasar página

En los años 90, cuando el Judozhestveni albergaba un casino con máquinas tragaperras, las cosas se torcieron terriblemente. Había una necesidad imperiosa de reconstrucción. La sala de cine cerró en enero de 2014 y finalmente cobró nueva vida en la primavera de 2021.

El histórico local reabrió tras siete años de trabajos de restauración, en los que recibió un importante lavado de cara. Ahora cuenta con cuatro pantallas con un aforo de 21 a 474 personas. Y a pesar de estar profusamente decorado con mármol, el cine no es excesivamente ostentoso.

En el Judozhestveni no se proyectan películas palomiteras ni superproducciones, sino que se opta por el cine indie y de autor.

Y los cinéfilos tienen la oportunidad de ver películas con su banda sonora original con subtítulos en ruso.

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