1. ‘Sobre la paz eterna’, Isaac Levitán, 1894
Levitán está considerado un maestro del paisaje y esta imagen representa el punto más alto de su creatividad. Se aprecia el espíritu melancólico del artista y su sentido de la eternidad y amplitud, encarnado en la vista sobre una escarpada orilla del Volga.
2. ‘Los grajos han volado’, Alexéi Savrásov, 1871
A menudo se dice que Savrásov es pintor de un solo cuadro. Pero es uno memorable. A pesar de la nieve en primer plano y el cielo rosado, las aves migratorias y el primer charco delatan la esperada llegada de la primavera.
3. ‘Mañana en un bosque de pinos’, Iván Shishkin, 1889
Todos los rusos conocen esta imagen desde la infancia, porque aparece en el envoltorio de un caramelo. Por cierto, Shishkin no pintó los osos sino que los hizo el artista Konstantín Savitski. Sin embargo, por alguna razón, el coleccionista de arte Pável Tretiakov decidió que se eliminara el nombre del segundo pintor de la cartela.
4. ‘Oká. Noche’, Vasili Polénov, 1903
Al igual que ocurre con Levitán, es difícil seleccionar un paisaje de Polénov. Viajó mucho y tiene bocetos en Europa y Oriente Medio. Pero sobre todo le gustaban los paisajes del río Oká, donde tenía una casa, que hoy es el Museo-Finca de Polénovo).
5. ‘Estanque en Abrámtsevo’, Valentín Serov, 1886
La finca del filántropo Savva Mámontov en Abrámtsevo fue un refugio para muchos grandes artistas rusos: Iliá Repin, Víktor Vasnetsov, Vasili Polénov, Konstantín Korovin, por nombrar algunos. Fue allí donde Serov pintó a su famosa Niña con melocotones, donde posa la hija de Mámontov. También dibujó paisajes locales.
6. ‘Bosque de abedules’, Arjip Kuindzhi, 1879
Se organizó una exposición completa para este cuadro. Basta con mirar el increíble juego de luces, sello distintivo de Kuindzhi.
7. ‘En invierno’, Konstantín Korovin, 1894
Korovin simplemente adoraba el invierno, y este cuadro es una muestra de su exitoso ciclo dedicado a la estación que Tretiakov compró inmediatamente. El lienzo es una maravillosa ilustración del poema de Pushkin titulado Mañana de invierno.
8. ‘En provincias. Torzhok. Provincia de Tver’, Konstantín Yuon, 1914
Yuon fue alumno de Serov y pintó numerosos paisajes de Moscú y de los pueblos y ciudades circundantes. Aunque poco conocida por los extranjeros, Torzhok está considerada una de las ciudades más bellas de Rusia.
9. ‘Paisaje de Carelia (Lago Ládoga)’, Nicholas Roerich, 1918
Roerich es conocido principalmente por sus fabulosos paisajes del Himalaya, pero la Madre Rusia también era una fuente de inspiración para él. Aquí tenemos una muestra del lago Ládoga, en el norte del país, pintado en el característico estilo “oriental” del artista.
10. ‘Mediodía’, Kuzmá Petrov-Vodkin, 1917
La Revolución no solo fue social y política, sino también artística. Los bolcheviques derrocaron el Antiguo Régimen y las vanguardias los cánones clásicos de la pintura.