Carl Bulla puede ser considerado el fotógrafo más importante de San Petersburgo. Sus obras capturaron a las personas más eminentes de la ciudad a principios del siglo XX, así como las fachadas de los edificios. Algunas de estas últimas imágenes fueron utilizadas años después con fines de restauración.
A la edad de 11 años, Bulla abandonó su Prusia natal para viajar a San Petersburgo, la capital del Imperio ruso, donde ni siquiera tenía parientes. No hay en los archivos documentos que expliquen las razones de su migración.
Bulla encontró empleo como mensajero en una empresa fotográfica y rápidamente aprendió a tomar fotografías él mismo.
Durante más de una década, Bulla trabajó en su propio estudio en el 54 de la avenida Nevski, que todavía existe hoy. Los poetas Vladímir Maiakovski y Serguéi Yesenin, el famoso escritor Maxim Gorki y el cantante Fiódor Chaliapin fueron algunos invitados a su estudio.
El fotógrafo dejó una única y enorme evidencia documental sobre los eventos y personas más importantes de los siglos XIX y XX. Incluso disfrutaba de un permiso exclusivo para tomar fotos de la familia Romanov.
También fue el fotógrafo oficial de muchas organizaciones estatales, incluyendo el Ministerio del Interior, la Marina y la Duma Estatal.
Casi todos los palacios y mansiones que fueron dañados durante la Guerra Civil fueron restaurados usando fotografías tomadas por Bulla antes de la Revolución.
Muchos de los libros históricos publicados antes de 1917 también usaban las fotos de Bulla. Por ejemplo, tomó cerca de 100 fotografías de la avenida Nevski, calle principal de San Petersburgo.
Los hijos de Carl también se convirtieron en fotógrafos: Víktor fue uno de los primeros en tomar una foto del poeta Serguéi Yesenin varias horas después de su suicidio (o asesinato, según otra versión) en el hotel Angleterre en San Petersburgo. Padre e hijo plasmaron a través de sus objetivos los acontecimientos revolucionarios de 1917, así como imágenes de todos los líderes de la Revolución rusa, como Lenin, Stalin, Zinóviev y Trotski.
Víktor Bulla tuvo un permiso especial para tomar fotos del funeral de Vladímir Lenin en Moscú.