Tesoros desaparecidos del norte ruso: el pueblo de Paltoga

Cultura
WILLIAM BRUMFIELD
Las iglesias únicas de este lugar se enfrentan al colapso si no son restauradas.

A principios del siglo XX, el químico y fotógrafo ruso Serguéi Prokudin-Gorski desarrolló un complejo proceso para conseguir fotografías en color. Su visión de la fotografía como una forma de educación e iluminación fue demostrada con especial claridad a través de sus imágenes de monumentos arquitectónicos en lugares históricos de todo el corazón de Rusia.

En 1909, Prokudin-Gorski recibió un encargo del Ministerio de Transporte para fotografiar a lo largo de la vía navegable Mariinski, en el noroeste de Rusia. El apoyo estatal resultante de esta decisión constituyó un estímulo esencial para el desarrollo de su proyecto documental. Viajó a la zona en junio y julio de aquel mismo año.

La ruta fluvial no sólo conectaba algunos de los yacimientos arqueológicos más antiguos de Rusia, sino que también aportó información sobre importantes  episodios sobre el desarrollo de San Petersburgo, fundada en 1703 y designada capital de Rusia en 1712. Ante el reto de abastecer a la nueva capital con cereales y otros productos esenciales del interior del país, Pedro el Grande inició el desarrollo de una red de transporte que unía San Petersburgo con la cuenca del Volga.

Esta vía acuática se siguió desarrollando durante el reinado del emperador Pablo (1796-1801), que le dio el nombre de su consorte, la emperatriz María Fiódorovna. El sistema se extendía desde el río Nevá, en San Petersburgo, hasta el lago Ladoga, pasando por el río Svir hasta la parte meridional del lago Onega. Más allá del Onega, el río Vytegra y el canal conducían a través del río Kovzha al lago Blanco (Beloe Ozero). Ese lago era drenado por el río Sheksná, que terminaba en el importante puerto de granos de Ríbinsk en el Volga, conectando así a San Petersburgo con los vastos recursos de la cuenca del río Volga.

Vytegra: encrucijada del comercio

Un punto importante en la ruta Mariinski de Prokudin-Gorski fue la ciudad de Vytegra, mencionada por primera vez en documentos escritos a finales del siglo XV. Incluso antes del desarrollo del sistema de canales, Vytegra se había convertido a principios del siglo XVIII en un importante nudo de comunicación para el comercio entre el puerto norteño de Arjánguelsk y la ciudad de San Petersburgo.

Un componente esencial de la vía navegable Mariinski era un canal que unía el río Vytegra, que desemboca en el lago Onega, y el río Kovzhá, que desemboca al sur en el lago Blanco. En 1799 este tramo fue bautizado como el Canal Mariinski, y el asentamiento de Vytegra (nombrado así en honor al río y designado oficialmente como pueblo en 1773) se convirtió en el centro administrativo del canal.

Durante su estancia en Vytegra, Prokudin-Gorski otografió no sólo la ciudad en sí (gran parte de la cual fue reconstruida durante el período soviético) sino también el pueblo de Paltoga, situado a ocho kilómetros al oeste de Vytegra. El pueblo era conocido como un pogost, lo que tradicionalmente significaba que tenía al menos una iglesia y un cementerio.

La arquitectura única del norte

En el momento de la visita de Prokudin-Gorski, Paltoga tenía dos iglesias: la iglesia de madera de la Epifanía, construida en 1733; y la iglesia del icono de la Virgen del Signo (Znamenie), construida de ladrillo blanqueado en 1810. Ambas iglesias todavía estaban en ruinas, muy pintorescas, en el momento de mi visita en 2006.

La iglesia de madera de la Epifanía es especialmente interesante como ejemplo de arquitectura de madera del norte. Su estructura básica es un cubo coronado con un cubo mucho más pequeño que sirve como núcleo para las cinco cúpulas de la iglesia. La cúpula más grande se eleva en el centro de la corona, mientras que las otras cuatro cúpulas descansan sobre aguilones que se extienden en las cuatro puntas de la brújula. La corona es sólo visible sobre los árboles en la instantánea alejada tomada por Prokudin-Gorski, desde el lado oeste. Aunque no es común, esta disposición distintiva se observa en algunas otras iglesias del norte construidas a principios del siglo XVIII. En el ala oeste, la iglesia tiene un largo vestíbulo.

Desafortunadamente, no importa lo bien construidas estén, las estructuras de troncos acabarán por derrumbarse si no son reparadas y cuidadas. Un ejemplo que puede ser instructivo es la Iglesia de la Epifanía. En el siglo XIX, los muros de troncos fueron revestidos con tablones de madera, la cubierta de teja de las cúpulas fue reemplazada por láminas de metal, y las ventanas y otros detalles fueron modificados.

Durante el período soviético temprano, la iglesia fue cerrada y privada de cuatro de sus cinco cúpulas. Un plan para restaurar la estructura fue iniciado en los años 90, y las cúpulas fueron de nuevo instaladas, con la reconstrucción de las cubiertas de teja. Pero, como sucede a menudo, la restauración fue abandonada en medio de los trabajos.

La ruina y el colapso

Para el 2006, cuando yo estuve allí con mis cámaras fotográficas, la iglesia ya estaba en un extremo mal estado, con los andamios podridos. En 2009, la estructura se derrumbó. Se hicieron esfuerzos para conservar lo que quedaba de los troncos de la parte baja, y para el verano de 2015, los restos fueron completamente desmontados en preparación para su reconstrucción. Sin embargo, gran parte de la estructura original se perdió en el derrumbe, y las perspectivas de una reconstrucción completa siguen siendo inciertas.

Adyacente a la Iglesia Epifanía se encuentra la Iglesia Znamenski (Icono de la Virgen del Signo), construida en un estilo neoclásico simplificado pero atractivo. La estructura principal sostiene una rotonda y una cúpula con ábside semicircular (que contiene el altar) en el extremo oriental. Un vestíbulo de un piso que se extiende hacia el oeste se enfrenta a un elegante pórtico dórico, sobre el que se alza un campanario escalonado.

Al igual que su vecina, la iglesia de Znamenski fue cerrada y saqueada durante el período soviético. Expuestos a los elementos durante décadas (y a las malas hierbas), el techo y las paredes se han degradado y lucen grietas amenazantes en la estructura. Mis fotografías del proyecto interior proyectan una especie de desolación lírica, aunque la estructura, sólidamente construida, probablemente se mantendrá en el futuro cercano, aunque no hay certeza de ello, sobre todo sin una parroquia viable. La degradación continúa afectando a este bello ejemplo de neoclasicismo provincial.

En los primeros años del siglo XX, el fotógrafo ruso Serguéi Prokudin-Gorski ideó un complejo proceso para hacer fotografías en color. Entre 1903 y 1916 viajó a través del Imperio Ruso y tomó más de 2.000 fotografías con este proceso, que implicaba tres exposiciones en una placa de vidrio. En agosto de 1918, abandonó Rusia y finalmente se instaló en Francia con gran parte de su colección de negativos de vidrio. Tras su muerte en París en 1944, sus herederos vendieron la colección a la Biblioteca del Congreso. A principios del siglo XXI, la Biblioteca digitalizó la Colección Prokudin-Gorski la puso gratuitamente a disposición del público mundial. Muchas webs rusas tienen ahora versiones de la colección. En 1986 el historiador arquitectónico y fotógrafo William Brumfield organizó la primera exposición de fotografías de Prokudin-Gorski en la Biblioteca del Congreso. Durante un período de trabajo en Rusia a partir de 1970, Brumfield ha fotografiado la mayoría de los sitios visitados por Prokudin-Gorski. Esta serie de artículos yuxtapondrá las fotos de Prokudin-Gorski de monumentos arquitectónicos con fotografías tomadas por Brumfield décadas más tarde.