Dulce ’krupenik’: Postre ruso de mijo con calabaza y aroma de cítricos (Receta)

Cocina
YULIA MULINO

El cereal cocido es probablemente la comida rusa más tradicional. Sano, nutritivo y fácil de hacer. Sin embargo, tal vez demasiado simple para algunas personas. Bueno, mira esta receta para aprender a cocinar el mijo de forma más alegre. ¡Te sorprenderá tanto placer! 

El krupenik clásico es un pudín de cereales a base de quark y huevos. Normalmente, se utiliza el trigo sarraceno o la sémola como ingrediente principal. La palabra krupenik deriva de krupa, (cereal). Puede servirse como guarnición con un guiso de carne o con crema agria. 

Sin embargo, este plato también tiene versiones dulces. Una es el krupenik con mijo. De hecho, hay un pudín dulce especial, el pshennik, que contiene mijo (psheno en ruso) pero sin quark ni huevos. La combinación de estos dos platos tradicionales rusos es una gran manera de aprovechar las sobras de gachas de mijo para crear un exquisito postre. Una presentación moderna en masa quebrada transforma al krupenik en una original delicia.

La calabaza le añade el sabor y el color de la temporada, pero puedes usar manzanas y pasas. No olvides enriquecer su sabor añadiendo cáscara de limón a la masa y cáscara de naranja al relleno del pastel. El dulce krupenik se sirve con crema agria o yogur.

Ingredientes:

Para el relleno:

Para la masa:

También necesitarás para hacer la masa:

Instrucciones:

Combina todos los ingredientes de la masa quebrada en un procesador y mezcla todo hasta obtener una masa homogénea.

Prepara el molde (18 cm) poniendo papel de horno y untando con mantequilla el lado que estará en contacto con el pastel.

Distribuye la pasta uniformemente en el molde de hornear para crear una base para el dulce. Ponlo en la nevera mientras preparas el relleno de la tarta.

Lava el mijo, añade 300 ml de agua, añade un poco de sal y cocina durante unos 15-20 minutos hasta que el mijo se ablande.

Mientras tanto, limpia, pela y corta la calabaza en cubos.

Derrite la mantequilla en una sartén, añade los cubos de calabaza y el azúcar (20 g). Guisa hasta que esté blanda durante unos 10 minutos. Quita el fuego, añade la cáscara de naranja y deja enfriar.

Para entonces el mijo debería estar listo. Déjalo enfriar.

Toma el molde con la pasta de la nevera. Humedece el papel de horno y apriétalo suavemente para quitar el agua. El papel se vuelve flexible.

Cubre la masa con el papel y vierte los frijoles para que llenen el molde. Eso asegura que la pasta no se derrita cuando la precocemos. Pon el molde con la pasta en el horno a alta temperatura (220°C). Déjalo hornear durante unos 10 minutos. Eso es suficiente para pre-cocinar la base del pastel.

Mientras la base está en el horno, mezcla el mijo y la calabaza.

Mezcla el quark, los huevos, el azúcar (100 g), la vainilla y añádalo al mijo y la calabaza.

Saca el molde con la base precocida fuera del horno. Retira cuidadosamente el papel y los frijoles y vierte dentro el relleno.

Calienta el horno a 180°C y pon la tarta a hornear durante unos 30 minutos. Baja la temperatura a 150°C y hornea el pastel durante otros 30 minutos. El centro debe subir.

Deja que el pastel se enfríe.

Puedes servirlo caliente (no demasiado) o frío con crema o kisel.

¡Disfruta!

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