6 recetas de mujeres rusas para hacer en tu casa champú comestible

Cocina
MARÍA BÚNINA
¿Buscas algo más barato que una sesión de spa para tu tratamiento de cabello? Estos champús hechos a base de alimentos podrían ser la solución.

1. Champú de huevo

Este champú funciona bien para luchar contra la caída del cabello. Los huevos están llenos de proteínas, grasas animales y vitaminas. Para cabellos de longitud media, toma 2 huevos y 1 vaso de agua tibia (se puede infusionar con hierbas o manzanilla). Bate los huevos en el agua y remueve. El champú está listo. Aplícalo en el cuero cabelludo a fondo y enjuaga con agua tibia. Repite el procedimiento, o incluso deja actuar durante 5-10 minutos como mascarilla capilar antes de enjuagarla con agua y zumo de limón. Esto te dejará un cabello suave y brillante.

2. Champú de pan de centeno

Otro champú perfecto para combatir la caída del cabello. Toma un poco de pan de centeno y remoja en agua tibia durante 20 minutos. Distribuye el resultado uniformemente por todo el cuero cabelludo y déjalo actuar durante 20 minutos, antes de lavarlo con agua tibia. La flor de centeno funciona igual de bien en esta receta.

3. Champú de cerveza

Este remedio solía ser popular en la década de 1920. El lúpulo es realmente bueno para dar a tus rizos una mayor fijación. Sólo asegúrate de que tu cerveza no sea pasteurizada.

Para el champú: toma un vaso de cerveza y vacíalo en una olla, hirviendo durante 15 minutos hasta que la mitad se evapore. Deja reposar hasta que se enfríe y añade un vaso de champú normal (los champús naturales funcionan mejor), mezcla bien y usa.

Para usar como acondicionador: lava primero tu cabello con champú común, seca ligeramente con una toalla, luego aplica cerveza tibia en el cabello y el cuero cabelludo, dejando que gotee, mientras te masajeas las raíces durante unos 5 minutos. Lávate de nuevo con agua tibia si no quieres que el olor de la cerveza se te pegue... o no – lo que prefieras. El uso de cerveza le da a tu cabello un aspecto liso, con puntas que lucen más saludables.

4. Champú de mostaza

La mostaza no es sólo una especia, ¿sabes? El champú de mostaza es capaz de acabar con ese brillo graso y añadir algo de volumen a tu cabello, si eso es lo que te gusta. Diluye 1 cucharada de mostaza seca en 2 litros de agua y añade media cucharadita de azúcar. Lava y enjuaga con agua tibia.

5. Champú de almidón

Masajea el almidón contra las raíces de tu pelo y lava con agua tibia de un spray. A continuación, masajea durante 10-15 minutos y elimina el almidón sobrante con una toalla seca y cepillándote.

6. Champú de ajo

Esta receta se recomienda, una vez más, para la reparación del cabello. El jugo de ajo funciona bien para irrigar el cuero cabelludo, extrayendo sangre y estimulando el flujo sanguíneo para conseguir un crecimiento de cabello más fuerte.

Pela dientes de ajo frescos (8-10 piezas) y lávalos, luego muélelos en pequeños trozos, añadiendo varias gotas de diversos aceites al gusto, así como aceite vegetal (pero no el de cueros cabelludos grasos), amasarlos en una pasta y vacíalos en un recipiente. Mezcla con champú natural en un proporción de 2 a 1, revuelve y vierte en una botella de champú. Puedes guardarlo en la nevera durante una semana. Para ver los resultados de este método, es mejor repetir el procedimiento de 2 a 3 veces a la semana durante 3 meses.

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