En la década de 1930, las autoridades soviéticas decidieron que el público no tenía acceso a suficiente queso para untar barato. Pronto, una nueva fábrica de queso fundido apareció en Moscú, produciendo en 1934 el llamado Sirok Nº1. Unas décadas más tarde, en 1963, apareció el ahora clásico queso Druzhba (amistad), seguido un año más tarde por el Yantar (ámbar). Este último era de mejor clase. Creado por orden del Gobierno, su objetivo era superar en términos de sabor al Viola de fabricación extranjera.
Además de las variedades habituales, se elaboraban pastas para untar con sabor a pimienta, naranja, limón, café y queso con sabor a chocolate. Pero fue el salado Druzhba el queso que permaneció durante muchos años en el menú culinario de las amas de casa soviéticas, inspirando recetas para sopas, ensaladas e incluso galletas.
1. Sopa de queso para untar
Esta es básicamente una sopa de verduras, pero con sabor a queso. Para cocinarlo, hay que picar finamente algunas cebollas y zanahorias, para luego freírlas en aceite vegetal o mantequilla.
Pela y pica entonces unas patatas y ponlas en una cacerola con agua hirviendo. Reduce luego la temperatura. Añade el queso (90 g de queso/litro de agua) y deja que se disuelva.
Cinco minutos después, añade media taza de fideos y las verduras salteadas. Aliña con sal y pimienta al gusto y cocina durante otros 10 minutos. Sirve la sopa con picatostes y verduras.
2. Ensalada de hígado de bacalao
Esta es una variante de las ensaladas soviéticas de hígado de bacalao y Mimosa. Necesitarás dos zanahorias medianas hervidas y tres huevos duros.
Una vez enfriadas, las zanahorias se pelan, se rallan y se colocan en un plato plano o en una ensaladera como capa de fondo, y se untan con mayonesa. El queso fundido (90 g) se congela ligeramente en la nevera hasta que esté duro y luego se ralla. Espolvorea sobre las zanahorias con hígado de bacalao picado (200-240 g) y pon claras de huevo ralladas por encima. En ese momento la ensalada puede ser sazonada con sal y pimienta, para ser luego cubierta con más mayonesa.
Ralla un poco de pepino encurtido, deshazte del exceso de líquido y ponlo sobre las claras de huevo. La capa superior está formada por yemas trituradas.
Si esta ensalada de varias capas te parece demasiado complicada, una alternativa más sencilla es picar y mezclar el hígado de bacalao, los huevos hervidos y el queso para untar, añadir sal y pimienta, y sazonar con mayonesa.
3. Galletas de queso procesado
¡Con un sabor excelente, estas galletas rivalizan con las galletas saladas!
Ralla 180 g de queso, añade un huevo, 80 g de mantequilla derretida, una pizca de sal, una cucharadita de azúcar y mézclalo todo. Luego vierte 150 g de harina y 1,5 cucharaditas de polvo de hornear en la misma sartén y mézclalo todo. El producto resultante se amasa en una masa blanda, se envuelve en plástico y se coloca en el congelador durante 15 minutos.
A continuación, extiende la masa y córtala en dos trozos, cada uno de los cuales se dobla en un rollo. Corta los rollos en pequeños círculos, espolvoréalos con semillas de sésamo y colócalos sobre papel para hornear.
Las galletas se hornean durante 20 minutos a 180°C.
4. Cazuela de patatas con queso para untar y tocino
Los rusos sienten un amor especial por la cazuela. Aunque esta receta está lejos de ser “clásica”, el plato es muy apetecible a pesar de todo.
Las patatas peladas se cortan en rodajas de 5 mm de grosor. Se añaden el ajo picado, las especias y la sal y se mezcla todo. El tocino y el queso para untar se cortan en cubos y se añaden a la patata. La mezcla se extiende en una fuente preengrasada para hornear.
Por separado, se mezclan 50 g de smetana (crema agria) y mayonesa y se vierten por encima con queso rallado. Luego solo te quedará hornear du deliciosa cazuela durante 40-50 minutos a 200°C.
Pincha aquí si quieres aprender a preparar los sabrosos donuts rusos de requesón.