Estas rosquillas están para morirse: los sabrosos dónuts rusos de requesón (Receta)

Victoria Drey
No dejes que la inexistencia de un agujero te desanime, estas bolas de masa son dulces de queso, tan buenas (si no mejores) que las rosquillas clásicas.

Hay tres cosas clave que debes saber sobre los pasteles de tvorog (requesón): a los rusos les encantan, son sorprendentemente fáciles de preparar e increíblemente sabrosos. Llevo haciendo cosas en el horno un buen tiempo y todavía no he encontrado una receta realmente complicada de hacer con tvorog, y estos pónchiki no son una excepción.

Pónchiki en ruso significan “dónuts”, pero en realidad no tienen nada en común con la icónica masa en forma de anillo glaseado que se reconoce como dónut en todo el mundo. En la época soviética había un tipo especial de dónuts llamados pishki que se parecían mucho a los dónuts clásicos. Se hicieron populares en la década de 1950 y todavía hay algunos lugares en Moscú y San Petersburgo donde se puede probar esta auténtica delicia en forma de aro soviético. Siendo realmente apetitosos, estos son un placer de los que te hacen sentir de verdad culpable, así que si no te gustan los pasteles grasos y de levadura, puede que no te gusten los pishki. No es el caso de los pónchiki de tvorog: sin levadura, sin relleno, sin glaseado… la deliciosa masa de tvorog hace que este pónchik sea único y delicioso y mucho más saludable que los pishki.

Puedes hornear estos pónchiki de tvórog dándoles cualquier forma, pero los auténticos son  bolas. Crujientes por fuera y vaporosos por dentro, tienen un sabor a tvorog muy tierno y ligeramente ácido que difiere de cualquier otra versión de los dónuts. Son muy similares a los sírniki rusos (panqueques de requesón), pero más esponjosos y texturizados porque están fritos.

En mi familia, siempre hacemos los pónchiki de tvorog cuando pasamos un fin de semana en nuestra dacha (casa de campo). Es muy práctico freírlos a fuego al aire libre para no pasar luego horas limpiando la cocina de salpicaduras de aceite. No hay absolutamente nada complicado en esta receta, que tardarías solo 30 minutos en llevar a cabo. La única clave es el tvorog y tener un azúcar glasé de buena calidad.

Ingredientes:

  • 200 g (7 onzas) de harina común;
  • 300 g (10,5 onzas) de tvórog o cuajada;
  • 2 huevos grandes;
  • 3 cucharadas de azúcar;
  • ½ cucharada de bicarbonato de sodio;
  • una pizca de sal;
  • aceite para freír;
  • azúcar glasé para espolvorear

Cocinar:

El tvorog para los pónchiki debe tener una consistencia muy suave y sedosa. Para lograr esto es mejor pasar primero el tvorog a través de un tamiz.

En un tazón separado bate los huevos con azúcar y sal, y en este punto puedes agregar una pizca de semillas de vainilla o extracto de vainilla para obtener un sabor más rico.

Agrega la mezcla de huevo al suave tvorog. Luego viene la harina: hay que añadirla poco a poco, cucharada a cucharada, mezclada con bicarbonato sódico.

No olvides tamizar la harina con bicarbonato antes de añadirla a la mezcla. La masa debe quedar muy pegajosa y elástica, déjala reposar durante 10 minutos.

A continuación, haz un montón de bolas pequeñas de igual tamaño con la masa y prepara el aceite. Normalmente uso una sartén mediana con mucho aceite de girasol (el aceite debe cubrir completamente los pónchiki). Se fríen a fuego medio y se nota cómo aumentan de tamaño y se doran.

Retira a un plato cubierto con servilletas de papel y deja enfriar los pónchiki.

Espolvorea con una generosa cantidad de azúcar glasé y disfruta de tus ligeras bolas de pónchiki.

¡Priyátnogo appetita!

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