Si me preguntais qué es lo que más recuerdo de mis días en la escuela, os diría que son las alucinantes las clases de álgebra y los pliushki de Moscú. Cada recreo del mediodía comenzaba conmiendo bollería recién horneada acompañada de un vaso de leche o té. Honestamente, no puedo imaginar una mejor merienda. Cada día se horneaban innumerables panecillos en el comedor de nuestra escuela y se agotaban en cuestión de minutos.
Básicamente, cualquier producto horneado hecho de masa de levadura dulce se puede llamar pliushka. Se han horneado en Rusia durante siglos y vienen en muchas formas y tamaños, como flores, pájaros, lazos, y así sucesivamente. El legendario pliushka moscovita en su icónica forma de corazón fue creado durante la época soviética y todavía es adorado por muchos rusos.
La variante internacional más cercana del pliushka de Moscú es el Franzbrötchen alemán: ambos contienen aproximadamente los mismos ingredientes y son similares en su preparación y forma. El Franzbrötchense suele hacer con canela, mientras que el pliushka moscovita es espolvoreado generosamente con azúcar granulado para obtener una cobertura dulce y crujiente. Lo que hace a los pliushki tan especiales es su textura, lupulada y deliciosamente esponjosa. Sigue los pasos de esta receta épica de pastelería ruso-soviética en tu propia cocina, es fácil de preparar.
Ingredientes:
- 150 ml de leche
- 100 ml de agua
- 1 huevo
- 100 g de azúcar + un poco para espolvorear
- 400 g de harina común
- 80 g de mantequilla derretida
- 7 g de levadura en polvo
- una pizca de sal
Preparación:
Para la masa mezcla la leche caliente y el agua en un bol. Agrega una cucharada de azúcar y levadura en polvo y revuelve. Ya tienes listo el fermento, al que debes dejar hacer su trabajo durante 20 minutos, para que la levadura haga su magia. Luego agrega aproximadamente la mitad de la mantequilla derretida, el resto del azúcar y una pizca de sal a la mezcla. Agrega tres cucharaditas de huevo batido.
Ahora es el momento de amasar la masa. Añade más harina si es demasiado acuosa pero no la espeses demasiado. Coloca la masa en un recipiente transparente, cúbrelo con film transparente y déjalo en un lugar caliente durante una hora, más o menos, hasta que la masa duplique su tamaño.
Espolvorea tu espacio de cocción con un poco de harina y divide la masa en 10 trozos. Extiende cada pieza en una lámina de 15 cm de largo, unta con mantequilla la superficie y espolvorea con un poco de azúcar. Ahora tienes que crear la forma del pliushka: dobla un borde de la hoja y luego dobla el otro, solapándolo.
Ahora dóblalo en dos y haz un corte en medio. Despliega los lados divididos del pliushka y crea la forma deseada del corazón.
Coloca los bollos en una bandeja para hornear con un trozo de pergamino, cúbrelos con un paño de cocina y déjalos reposar durante 20 minutos a medida que aumenten de tamaño. Luego cepilla los pliushki con el resto de huevo batido y espolvorea generosamente con azúcar granulado una vez más.
Hornea durante 20-25 minutos a 180 °C hasta que los pliushki estén dorados por encima. Sácalos del horno, rocíalos con un poco de agua tibia y déjalos reposar durante 10 minutos. ¡Aquí están tus auténticos pliushki moscovitas! Sírvelos calientes con un vaso de leche fría.
¡Priatnogo appetita!
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