En la Unión Soviética estaba muy mal visto el tirar comida. Las generaciones más viejas recordaban los años de escasez, cuando era difícil encontrar muchos alimentos básicos. Así que la gente aprendió a ser creativa con las sobras de los platos. Si abres el principal libro de cocina del desaparecido país, Comida sana y sabrosa, encontrarás muchas recetas donde las sobras se encuentran entre la lista de ingredientes. Esto era especialmente común cuando se preparaban postres.
Los dulces eran una parte esencial de la infancia soviética. ¡Existía un verdadero culto a los dulces! Todas las cenas y fiestas especiales terminaban con generosas porciones de pastel de chocolate o dulces, y no solo para los niños. El 8 de marzo, a las mujeres se les obsequiaba con cajas de bombones, mientras que los veteranos de guerra las recibían en el Día de la Victoria, el 9 de mayo. En general, el chocolate en cualquier forma (caramelos, barras y cajas) todavía se considera un regalo propio de celebraciones, y es muy apreciado.
A pesar de que no había escasez de dulces para comer, su variedad era limitada. Por lo tanto, muchas amas de casa intentaban preparar sus propios postres usando los ingredientes disponibles. Las mujeres soviéticas eran incomparables en esta habilidad, capaces de hacer docenas de diferentes tipos de pasteles con los ingredientes más básicos: leche condensada, mantequilla y cacao en polvo. Podrían convertir cualquier cosa dulce en algo de chocolate. Además de servir para el postre, estas recetas eran una forma de emplear los restos de comida, que muchos no querían tirar.
Había muchas deliciosas recetas hechas con sobras, por ejemplo, el pan fresco. Al cuarto día se volvía rancio, así que, ¿qué hacer con él? Podrías usarlo para hacer pan rallado, o bañarlo en leche y hacer una especie de tostada francesa para el desayuno.
Incluso las migas de galletas no se desperdiciaban y podían añadirse a la masa de un pastel o utilizarse como cobertura. Obras maestras de la cocina soviética, como el "pastel de patata" o los dulces de trufa, se hacían de esta manera.
El plato más creativo, sin embargo, era el "salami de chocolate", cuyo nombre indica que no solo el chocolate era escaso, sino también el salami. Este postre se preparaba en ocasiones especiales y festivos, con los niños ayudando a sus padres. ¿Cómo era el sabor de la infancia soviética? ¡Intentemos revivirlo!
Ingredientes:
Preparación:
1. Freír las nueces en una sartén, revolviendo constantemente hasta que perciba el agradable olor de las nueces asadas. Colocar inmediatamente en un recipiente.
2. Triturar 1/3 de las nueces y 1/3 de las galletas en una licuadora. Romper las galletas restantes en trozos pequeños, y los frutos secos restantes con un cuchillo, pero no muy fino.
3. Combina las galletas y las nueces. Mezcla.
4. Ahora prepara la salsa de chocolate. Hay que mezclar el cacao en polvo, la leche, el azúcar y la mantequilla en una sartén pequeña. La mantequilla debe tener por lo menos un 82% de grasa. Poner a fuego lento durante 7-10 minutos, sin dejar hervir. La mantequilla debe derretirse completamente. Revuelve la salsa hasta que quede ligera y suave.
5. Vierte la salsa tibia en un recipiente con galletas y revuelve con una cuchara.
6. Si la mezcla está demasiado seca, debes añadir una clara de huevo batida. La mezcla debería hacerse así más maleable.
7. Colocar la masa en una bolsita de plástico y formar un salami de chocolate. Deja reposar toda la noche en el refrigerador.
8. Por la mañana, cortar en trozos y servir con té caliente.
¡Priyátnogo appetita!
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