Kéfir: una bebida saludable y levemente alcohólica para niños y adultos

Cocina
MARÍA BÚNINA
Entre mis recuerdos de infancia más tiernos, están los días de verano en la casa de mi abuela, cuando devolvía las botellas de kéfir de vidrio para recuperar el depósito, que luego usaba para comprar helado. Ya no fabrican estas botellas, pero el sabor del kéfir de mi infancia todavía sigue vivo.

El kéfir, una bebida de leche fermentada elaborada con ciertos "granos" que están compuestos de bacterias y levadura, es muy popular en Rusia tanto entre los niños como entre adultos. Los menús de jardín de infantes y los hospitales lo incluyen y cualquiera que quiera perder peso o recuperarse de una resaca también está ansioso por beberlo.

Al mismo tiempo que el kéfir tiene un sabor agrio y ligeramente amargo, es una bebida refrescante y saludable. Leche de vacas, cabras u ovejas puede usarse para prepararla. Mientras que pocos rusos pueden decirle los nombres de todos los "granos" o explicarle con precisión cómo se produce el kéfir, todos están orgullosos de esta bebida nacional.

El kéfir se originó en la región montañosa del Cáucaso, donde se hacía en bolsas de piel de cabra que se colgaban cerca de la entrada. Cualquiera que pasara por allí lo golpeaba, ayudando a mantener la leche y los granos de kéfir bien mezclados. El kéfir varía según su edad, y los especialistas observan varios criterios: diferente acidez, niveles de dióxido de carbono e incluso alcohol (alrededor de entre 0,2 y 0,6 por ciento).

La primera mención oficial del kéfir se encuentra en un informe de la Sociedad Médica del Cáucaso que data de 1867. Uno de los primeros investigadores del kéfir, Vladímir Podvysotski, concluyó que su cultivo de hongos proviene del cultivo de hongos del fermento kumis que se extendió con la aparición de las tribus de la estepa en la región del Cáucaso. Más tarde, en lugar de leche de caballo, los rusos comenzaron a agregar estos granos a la leche de vaca y cabra.

La receta para el kéfir se mantuvo durante mucho tiempo en secreto, pero la familia imperial y la aristocracia rusa visitaban a menudo la región. En el siglo XIX, el famoso empresario, Nikolái Blandov, recibió una solicitud de la Sociedad Rusa de Médicos para producir kéfir a granel. En ese momento se enviaron granos de kéfir desde la región del Cáucaso a Moscú, comenzando en masa la producción de la bebida.

El kéfir genuino no debe pasteurizarse, y debe almacenarse no más de 14 días. Para el caso de que el consumidor sea un bebé, este período está limitado a 5 días. En muchos países se vende una bebida similar al kéfir, pero difiere del kéfir ruso en la cantidad de bacterias y porque suele estar pasteurizada.

En Rusia, el kéfir se incluye en la dieta de los niños a partir de los seis meses. Previene el desarrollo de flora patógena en el intestino y contiene muchas vitaminas: A, D, K y E. Se digiere fácilmente y también es bueno para personas con intolerancia a la lactosa.

La gente lo usa para mejorar el sabor de todo tipo de platos, y de acuerdo con los nutricionistas, esto no es tan saludable como tomar la bebida en sí. Por ejemplo, el kéfir se usa para adobar el shashlik, hacer bliní, y para añadirlo a la sopa fría de okroshka.

Finalmente, el kéfir puede ser ampliamente utilizado en cosmetología, para la confección de máscaras y geles.

Recetas rápidas y sencillas con kéfir

El kéfir con canela ayuda a quemar grasa - solo agrega una pizca de canela en un vaso de kéfir. También puedes agregar miel o jengibre rallado.

El kéfir con una manzana, por la la noche, es una gran receta para estimular el sistema inmunológico. Frote una manzana fresca en un rallador mediano y agregue un vaso de kéfir. Añada miel si lo desea.

El kéfir con semillas de lino, también por la noche, ayuda al sistema digestivo, estabiliza el hígado y mejora la circulación sanguínea. Basta con 1 cucharadita de semillas de lino molidas en un vaso de kéfir.