El incierto futuro de Snowden en Rusia

Reuters
El exagente de la NSA espera el indulto del presidente Obama. A pesar de llevar más de tres años en Rusia, Snowden ha dejado claro que lo quiere es vivir en EE UU.

Edward Snowden, el exagente de la NSA que sacó a la luz el sistema global de escucha de los servicios de inteligencia de EE UU y Gran Bretaña que llevaban a cabo incluso sobre sus propios ciudadanos, lleva oculto en Rusia desde junio de 2013, pero le gustaría volver a EE UU. “Ed Snowden no se anda con rodeos — afirma en una entrevista al Huffington Post el director Oliver Stone, que acaba de rodar una película biográfica sobre el antiguo agente— . Le gustan los EE UU y quiere volver a casa”.

El propio Snowden señala que para él Rusia no es más que un refugio temporal. En una entrevista a The Guardian, publicada el pasado día 13, afirmó que tiene la esperanza de que Barack Obama lo indulte antes de dejar su cargo en enero de 2017.

Atrapado en Moscú

En la entrevista Snowden recuerda que llegó a Rusia de manera fortuita, y es que Moscú era el solamente el lugar de trasbordo en su camino hacia América Latina. Sin embargo, EE UU anuló su documento de identidad y se quedó sin opciones. Le era imposible salir de Rusia y el país estaba dispuesto a ofrecerle asilo. El 1 de agosto de 2014, el exagente consiguió un permiso de residencia de tres años.

Actualmente se desconoce su lugar de residencia. Según los medios de comunicación, podría estar Moscú o en la región capitalina, si bien tiene posibilidad de desplazarse por Rusia. En octubre de 2014 afirmó a The Nation que había ido a San Petersburgo y que le había encantado.

Una vida tranquila

Snowden dice que es como un “gato casero” al que le encanta pasar la mayor parte del tiempo sin salir. Suele estar delante de la computadora y afirma que sobre todo vive en la Red. Sigue hablando en inglés, aunque ya sabe ruso como para poder pedir en un restaurante. Admite que esta falta de maestría en el idioma es premeditada, y es que no quiere establecerse en Rusia.

El exagente continúa trabajando online. Se gana la vida dando conferencias por internet y creando mecanismos para incrementar la seguridad informática de los periodistas. Además, su estancia en Rusia no ha supuesto la separación de su familia. Según los medios, su novia, Lindsay Mills, se mudó a Rusia en 2014 y viven juntos. Su padre, Lonnie Snowden, también se mudó en octubre de 2013.

Críticas al Kremlin

En septiembre del año pasado Snowden denunció la política del Kremlin en lo referente a internet y también el trato a las minorías sexuales. “Este impulso que vemos en el Gobierno ruso por controlar cada vez más internet, [y] decidir cuál es la forma apropiada o inapropiada que tiene la gente para expresar su amor [es] intrínsecamente equivocado”, declaró a The Guardian.

También reaccionó a los recientes proyectos de ley antiterrorista porque obliga a los operadores a conservar un registro de las llamadas y las conversaciones de los usuarios y presentarlas a los organismos de seguridad, en caso de que estos las soliciten. “Putin ha firmado una ley represiva que no solo viola los derechos humanos sino también el sentido común. Es un día oscuro para Rusia”, escribió Snowden en su Twitter, y bautizó este paquete de leyes como “la ley del Gran Hermano”.

Las autoridades rusas reaccionaron con tranquilidad a estas críticas. “Vive en Rusia, pero eso no significa que se le imponga nada — afirmó el secretario de prensa del presidente, Dmitri Peskov —. Hay discusiones, y eso es totalmente normal”.

¿Lo indultará Obama?

Yuri Rogulev, director de la Fundación Investigadora Franklin Roosevelt, duda de que Barack Obama vaya a indultar a Snowden y le permita volver a su patria. “Obama se ha tomado muy a pecho todos los eventos relacionados con que Snowden haya acabado en Rusia. No creo que vaya a cambiar de opinión de repente”, aseveró Rogulev al diario Kommersant.

Por ahora el futuro de Snowden sigue siendo una incógnita. Según su abogado, Anatoli Kucherena, el exagente de la CIA aún no ha decidido qué hacer cuando caduque su permiso de residencia en Rusia, el próximo 1 de agosto. “La vida es complicada y cambiante, y todavía no se sabe que vuelta darán los acontecimientos”, afirmó a Interfax.

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