Rusia, ¿el invitado más importante en la cumbre del G-20?

Rusia ocupa un importante lugar entre los invitados a la cumbre del G-20, que se celebra los días 4 y 5 de septiembre en la ciudad china de Hangzhou. El viceministro chino de Exteriores Li Baodung declaró antes del inicio que Rusia es el principal invitado a la cumbre.

El tema principal del encuentro de este año es la economía y China se refiere a sí misma y a Rusia como las "principales locomotoras de la economía global". Además, el Ministerio de Exteriores chino también declaró su intención de tratar cuestiones de seguridad con Rusia, ya que ambos países "desempeñan un papel fundamental en asegurar la seguridad en el mundo".

No hay duda de que el tratamiento preferente de China hacia Rusia reforzará las credenciales de la asociación ruso-china. Aunque más allá de la buena voluntad, la cumbre del G-20 revela la difícil posición de Rusia, que aspira a estrechar lazos con China y, simultáneamente, convertirse en una superpotencia.

La buena acogida antes de la cumbre y la cargada agenda de Rusia ponen de relieve una tensión en la política exterior de Rusia. Por un lado, el desarrollo ed los lazos con China es clave para el restablecimiento del país como un superpoder. Al mismo tiempo tendrá que compatibilizarlo con una serie de compromisos y prioridades que vayan más allá de ser un poder euroasiático.

Mientras Rusia anunció su "giro hacia Asia" como respuesta a su mayor aislamiento respecto a Europa, el país eslavo sigue manteniendo fuertes intereses en Europa. La cumbre del G-20 es una gran oportunidad para colaborar con los líderes europeos en cuestiones económicas y de seguridad.

El Ministerio de Asuntos Exteriores anunció que durante la cumbre habrá una reunión del Cuarteto de Normandía, compuesto por Francia, Alemania, Rusia y Ucrania. El anuncio se produce en un momento en que aumenta la tensión entre Rusia y Ucrania, sobre todo tras la reciente visita de Putin a Crimea y los "juegos de guerra" que tienen lugar en la región.

Las relaciones con el Reino Unido, deterioradas tras la reunificación de Crimea y las acusaciones de espionaje, parece que por lo menos nominalmente han sufrido un impulso con el ascenso de Theresa May al puesto de primera ministra.

El ministro de Exteriores Boris Johnson ha apelado a la "normalización" de las relaciones y Rusia ha respondido que espera que "mejore el entendimiento", tras el brexit. Los líderes de ambos países han acordado reunirse en Hangzhou.

Además de las relaciones con los países europeos, América Latina también tendrá su espacio en la apretada agenda rusa del G-20. Las tres mayores economías de la región, Argentina, Brasil y México, forman parte del grupo. A pesar de que se cancelara el domingo, Putin se reunirá hoy con Mauricio Macri. El anuncio de la reunión se produjo después de que miembros del gobierno argentino hablaran de la normalización de las relaciones económicas entre ambos países. Argentina será tendrá la presidencia del G-20 en 2018.

Brasil, el mayor socio comercial de Rusia en América Latina, se encuentra inmerso en una crisis política. El Ministerio de Exteriores ruso ha llamado a que se respeten los principios constitucionales y la destitución de Dilma podría influir negativamente en las relaciones con Rusia.

Todo esto muestra que Rusia mantiene una importante posición en  Hangzhou, aunque también tiene el riesgo de distraerse, o al menos de no dedicarle a China el tiempo que le gustaría.

El impulso que reciban las relaciones bilaterales a lo largo de esta cumbre, depende en parte del tiempo y la energía que Rusia dedique a China, en detrimento de otras prioridades. Ambos países cuentan con mecanismos bilaterales y multilaterales a través de los cuales pueden cooperar en cuestiones económicas y de seguridad.

Anthony V. Rinna es analista del grupo de investigación SinoNK. Es especialista en política exterior rusa en el este asiático.

Publicado originalmente en Russia Direct

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