Isla de Wrangel
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Esta isla del océano Ártico se encuentra en la frontera del hemisferio occidental y el oriental. Su paisaje de colinas se parece a algún lugar de Juego de Tronos.
Meseta de Putorana
Vitaly Repin (CC BY-SA 3.0)
El nombre de este macizo montañoso se traduce como “lagos de orillas escarpadas” o “montañas sin picos”. Aquí viven renos, alces, glotones y osos. Muchos lagos, ríos y cascadas se esconden en los desfiladeros y valles de la meseta, entre ellos el más alto de Rusia: Talnikovi. Su torrente cae desde una altura de 600 metros. Por cierto, el centro geográfico del país pasa justo por la Meseta de Putorana, a lo largo del lago Vivi.
Fortaleza de Oréshek
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Esta fortaleza del siglo XIV se alza sobre una isla homónima en la desembocadura del río Nevá. Oréshek tiene una historia algo oscura: durante mucho tiempo fue una prisión. Es más, las primeras prisioneras fueron la hermana y primera esposa de Pedro el Grande, la zarevna María Alexéievna y Eudoxia Lopujiná. Más tarde, los decembristas también fueron recluidos aquí.
Ruskeala
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En el siglo XVIII las canteras de Ruskeala se utilizaban para extraer mármol de diferentes tonalidades para revestir y decorar templos y palacios de San Petersburgo. En la década de 2000, el territorio de la antigua cantera, en cuyo cuenco ahora salpica el agua, se convirtió en un parque de montaña. Se puede pasear por él usando rutas subterráneas o hacer puenting.
Detinets de Nóvgorod
mihtiander/Getty Images
Una fortaleza medieval a orillas del río Vóljov. En su territorio se alza uno de los templos más bellos y antiguos de Rusia: la catedral de Santa Sofía.
Bólgar
Ekaterina Chesnokova/Sputnik
Es el centro de la Bulgaria del Volga y de la Horda de Oro. Además, es la principal puerta comercial por la que llegaban los mercaderes de Oriente y Escandinavia. Se cree que fue aquí donde los búlgaros del Volga, antepasados de los tártaros, se convirtieron al islam. Uno de los edificios más bellos de Bólgar es la Mezquita Blanca.
Cueva de Kungur
Vladimir Chuprikov (CC BY-SA 4.0)
La longitud de una de las mayores cuevas kársticas de Rusia supera los ocho kilómetros. Sólo dos de ellas están abiertas a los turistas. Te aseguramos que un paseo por el reino subterráneo deja impresiones inolvidables. Merece la pena visitar el Gran Lago Subterráneo, la infernal Gruta de Dante y la Gruta Brillante de escarcha resplandeciente.
Islas Solovetski
Ilyá Timin/Sputnik
La belleza septentrional de las islas Solovetski es discreta pero memorable. La mayoría de los turistas acuden aquí para ver el Monasterio Solovetski, fundado en el siglo XV. También vienen para ver los antiguos laberintos de piedra de la isla Bolshói Zaiatski y uno de los jardines botánicos más septentrionales del mundo.
Lago Sukó
Marina Lístseva/TASS
Puedes venir una y otra vez a este pueblo de Anapa para observar cómo cambia el lago Sukó según la estación. En primavera y verano sus aguas asombran por la riqueza de tonos azules y verdes, y en otoño se vuelven púrpuras. Además, en el lago crecen cipreses de los pantanos, cuyas copas también cambian de color.
Ciudad de los Muertos
Soslan Gassity/Getty Images
La Ciudad de los Muertos, cerca del pueblo de Dargavs, en Osetia del Norte, data de los siglos XIV-XVIII y se considera el mayor cementerio del Cáucaso Norte. Cuenta con 95 torres de criptas.
Lago Elton
Zozulya/Getty Images
Gracias a unas algas especiales, el agua de este lago salado, el mayor de Europa, tiene un sorprendente color rojizo. La gente viene aquí no sólo para admirar sus vistas, sino también para mejorar su salud. El aire local y el barro mineral tienen propiedades curativas.
Manpupunior
Elena Liseykina/Getty Images
Siete pilares de piedra se alzan en la meseta de Manpupunior como gigantes helados. Los pilares tienen más de 200 millones de años. Para los pueblos komi y mansi se consideran sagrados.
El Valle de los Fantasmas
Ekaterina Gibina (CC BY-SA 4.0)
En los contornos de las rocas del trazado de la cordillera Demerdzhí-yayla se adivinan las figuras humanas; algunas piedras incluso tienen nombre, por ejemplo, “Gigante” o “Catalina II”. Y los grupos de pilares altísimos se llaman “dedos del diablo”. El valle tiene un aspecto especialmente espectacular cuando está envuelto en la niebla y todo parece un poco de otro mundo.
Arenas de Chara
Natalia Girsova (CC BY-SA 4.0)
El minidesierto de Transbaikalia. La naturaleza parece haber mostrado aquí su sentido del humor: dunas móviles se extienden en las estribaciones de los montes de Kodar.
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