El concepto del Norte de Rusia apareció a finales del siglo XIX en los registros del gobernador de Arсángel, que denominó así a la cultura común de los pueblos del noroeste de Rusia. En su mayoría, los creadores de esta civilización eran descendientes de los pescadores pomor que vivieron en estos duros parajes hace varios siglos.
Los habitantes del Norte de Rusia conservan sus tradiciones, tienen una lengua similar, una cocina parecida y una artesanía única.
El territorio del Norte de Rusia está limitado convencionalmente por las orillas del mar de Bárents, mar Blanco y las riberas del Dviná Septentrional, Onega, Sheksná y Pechora. En un mapa moderno sería todo el óblast de Vólogda, casi todo el óblast de Arcángel, el óblast de Múrmansk, Carelia, la región autónoma de Komi y Nenets (en el Imperio ruso estas zonas formaban parte de la provincia de Arcángel), en parte el óblast de Kírov. Algunos investigadores incluyen también parte de la región de Perm. He aquí las principales ciudades que han conservado el ambiente del Norte de Rusia.
1. Vólogda (311.628 habitantes)
Un viaje por el Norte de Rusia comienza por Vólogda, su alma y “capital”. La ciudad fue mencionada por primera vez en 1147, al igual que Moscú. Históricamente, Vólogda cumplía una importante función de transporte en el comercio con Inglaterra.
La ciudad es famosa por su kremlin de piedra blanca del siglo XVI, sus casas de madera con platabandas talladas, la pintura de iconos y, por supuesto, la fabricación de encajes. En Vólogda hay incluso un monumento a la letra “o” con “encaje” de metal. ¿Sabes por qué han hecho un monumento a la “o”? Porque en la pronunciación norteña las “o” se destacan mucho (los demás rusos pronuncian una “o” como una “a” si no lleva acento). Este fenómeno se llama ókanie.
2. Veliki Ústiug (28.266 habitantes)
La provincia de Vólogda cuenta con un gran número de ciudades y pueblos antiguos, cada uno de los cuales merece una visita. Entre ellas destaca Veliki Ústiug, de la misma edad que Vólogda, cuyas ferias en tiempos de Iván el Terrible rivalizaban con las de Moscú. Y todo por su favorable situación: aquí confluyen dos ríos, el Sújona y el Yug (“Ust-Yug” significa literalmente “la desembocadura del río Yug”), por los que se llega rápidamente al Dviná Septentrional y más allá al mar Blanco.
Veliki Ústiug también fue famosa por sus artesanos: es la cuna de una técnica llamada “escarcha sobre hojalata”, la talla de corteza de abedul de Shómoksa, el nielado norteño sobre plata y muchas otras artesanías que no se pueden encontrar en ningún otro lugar.
Y hoy Veliky Ustyug es también uno de los lugares más populares de Rusia para el turismo de invierno, porque aquí se encuentra la residencia oficial de Ded Moroz (Papá Noel ruso).
3. Arcángel (298.617 habitantes)
Antes de la construcción de San Petersburgo, Arcángel era la “ventana a Europa” comercial y cultural de Rusia. Por el puerto de esta ciudad pasaban los principales cargamentos de Occidente a Siberia y Rusia Central y viceversa. Oficialmente, la fecha de la fundación de Arcángel es el año 1584, aunque hubo asentamientos aquí incluso antes, principalmente pomorenses, y por ello la ciudad se considera la capital de Pomorie.
En las calles centrales se conservan las antiguas casas de madera de los comerciantes. Hoy en día son en su mayoría museos y tiendas de recuerdos. También hay restaurantes de moda donde se preparan platos tradicionales de los pomor en una lectura moderna. El lugar más popular entre los lugareños es el malecón del río Dviná, donde comenzó la historia de la ciudad.
Se pueden ver casas de madera de los pomor y molinos gigantes de la altura de varias personas en el museo Malye Koreli, situado a pocos kilómetros de Arcángel.
4. Kárgopol (8.849 habitantes)
Esta pequeña ciudad de provincias del sur de la región de Arcángel fue poblada ya en el siglo XII. Está situada a orillas de uno de los principales ríos del norte, el Onega, que desemboca directamente en el mar Blanco. Kárgopol es famosa no sólo por sus canónicas casas de madera, sino también por sus juguetes de barro pintado. Con la arcilla roja local, los maestros fabrican vajillas y figuras de personas y animales con motivos insólitos.
5. Kandalaksha (28.438 habitantes)
Kandalaksha es uno de los asentamientos pomorenses más antiguos del mar Blanco, fundado en 1526, y una de las ciudades más grandes de Rusia por encima del círculo polar ártico (67°09′). Hoy es una ciudad industrial con una fundición de aluminio, un aserradero y un puerto marítimo. El centro de Kandalaksha tiene edificios soviéticos y modernos, pero merece la pena pasear por la costa del mar Blanco para ver el territorio del auténtico Pomorie. De otoño a primavera, en Kandalaksha se pueden observar auroras boreales.
También hay antiguos laberintos de piedra en los alrededores, cuya finalidad sigue siendo un misterio.
6. Totma (8.647 habitantes)
Para los estándares modernos, Totma, fundada en 1137, es una auténtica ciudad de provincias. El trayecto desde aquí hasta Vólogda dura ¡4 horas! E imagínate que aquí puedes encontrar enormes templos al estilo “barroco de Totma”, decorados con ornamentos de encaje de piedra.
Totma es el lugar de nacimiento del comerciante Iván Kuskov, que en 1808 dirigió un viaje por mar a las costas de América y fundó Fort Ross en California. Por eso existe una tradición en la ciudad: en verano se celebra aquí el Día de la América Rusa.
7. Solvichegodsk (1.952 habitantes)
Hoy en día, la sal es el producto más asequible para nosotros. Hace unos siglos, la sal se valoraba por su peso en oro, no sólo como condimento, sino también como conservante natural. Uno de esos centros de extracción de sal era la ciudad de Solvichegodsk, en la región de Arcángel. Estaba situada en un lugar conveniente, en el camino de Veliki Ústiug a Arcángel, y se hizo próspera con bastante rapidez. Además de la sal, la ciudad era también un centro de arte: era famosa por la pintura de iconos y el finift (un tipo de arte decorativo y aplicado basado en la técnica de la pintura esmaltada).
8. Beloziorsk (8.183 habitantes)
Beloziorsk es una de las ciudades más antiguas de nuestro país, conocida desde mediados del siglo IX. Está situada a orillas del lago Béloie, y en tiempos de la antigua Rusia por aquí pasaba la ruta comercial “de los varegos a los griegos”, es decir, a Bizancio. Los arqueólogos creen que originalmente Beloziorsk estaba situada 17 km al oeste, en el nacimiento del río Sheksná (el lugar donde la aldea de Krójino se inundó durante la construcción del embalse). No obstante, la ciudad existe en su ubicación actual desde al menos el siglo XIV, y en ella se conservan antiguas iglesias y casas de madera del norte.
A unos 40 kilómetros de Beloziorsk se encuentra otra antigua ciudad norteña, Kiríllov, conocida por su monasterio de San Cirilo de Bieloózero.
9. Kem (9.712 habitantes)
La ciudad de Kem, uno de los principales centros de la cultura pomor de Carelia, se fundó a mediados del siglo XV. La ciudad en sí es pequeña, se puede recorrer en un par de horas. En la estación, la ciudad puede parecer gris y triste, más de tránsito que de valor histórico.
La mayor belleza está en las afueras. Es uno de los pocos lugares donde se puede entrar en una catedral de madera en funcionamiento de la década de 1710 y ver casas de madera prerrevolucionarias rodeadas de la dura naturaleza carelia. Kem, como en siglos pasados, sigue siendo un punto de parada en el camino a Solovki, así como a los pequeños pueblos de pomor a lo largo del mar Blanco.
10. Tijvin (54.286 habitantes)
En la región de Leningrado, donde abundan las ciudades de arquitectura “europea” (San Petersburgo, Gátchina, Víborg), hay un pequeño trozo del auténtico Norte ruso. Tijvin se fundó en 1383 en la encrucijada de las rutas comerciales fluviales del Volga al mar Báltico. Aún hoy la atraviesa el ferrocarril que va a Arcángel y Vólogda.
La principal atracción de la ciudad es el Monasterio de la Dormición, de 1560, donde se conserva el icono milagroso de la Madre de Dios de Tijvin.
Bonus: Veliki Nóvgorod (223.191 habitantes)
Hasta el siglo XVI, Veliki Nóvgorod poseía vastas tierras hasta el mar Blanco y competía con Moscú. Los primeros habitantes del Norte de Rusia fueron los novgorodianos. Aunque hoy en día Veliki Nóvgorod en sí no pertenece a las tierras del Norte de Rusia (debido a la presencia de rasgos culturales posteriores), en esta antigua ciudad (se conoce desde el siglo X) se pueden ver monumentos de arquitectura monumental de las tierras septentrionales. Están recogidos en el museo del antiguo pueblo Vitoslávlitsi.
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