El 35% de los rusos se declara a favor de la introducción del pasaporte inmunitario (para las personas que han recibido una vacuna o se han recuperado de la enfermedad y tienen anticuerpos), frente al 29% que se opone, según revela una encuesta del Centro Panruso de Investigación de la Opinión Pública (VTsIOM). El 30% dijo que era indiferente, mientras que el 6% prefirió no responder a esta pregunta.
Las principales razones aducidas por los que están a favor son la libertad de movimiento a otra región o país (16%), la seguridad de no poder infectarse ni infectar a otros (16%), la garantía de que el titular es inmune (15%), la lucha contra la propagación del virus (11%) y la necesidad de control y estadísticas (10%).
En cuanto a los que están en contra de esta medida, el 18% considera que es “estúpido”, “inútil” o “sin sentido”. El 15% también teme que se impongan restricciones a los que no tienen ese pasaporte y el 14% cree que llevaría a la discriminación y a la división de la sociedad. Por último, el 10% no confía en las vacunas, no quiere vacunarse o simplemente no cree en el coronavirus, mientras que el 9% insiste en que la vacunación sería entonces implícitamente forzada, mientras que, en su opinión, debería seguir siendo voluntaria.
Sin embargo, la brecha se reduce en la cuestión de un posible pasaporte de vacunación para los viajeros internacionales. El 56% de los encuestados se declaró a favor, mientras que el 16% se mostró en contra. El 54% opinó que daría más oportunidades a los turistas, mientras que el 37% dijo que les supondría más limitaciones.
La encuesta se realizó el 24 de marzo entre 1.600 ciudadanos rusos mayores de 18 años.
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