Las profundas aguas azules de este impresionante lago escondidas en las montañas rusas del Cáucaso están rodeadas de misterio. No hay peces y los lugareños lo evitan. Los únicos que se atreven a nadar aquí son turistas ocasionales y algunos científicos.
Cualquiera que sea el clima, la temperatura del agua SIEMPRE permanece igual (9ºC) y, aunque su fuente de agua subterránea aún no ha sido completamente identificada, 70 millones de litros de agua fluyen de ella diariamente, haciendo que mane un pequeño río.
Sigue leyendo para descubrir qué secretos esconde y si estamos cerca de descubrirlos.
A 40 km al sur de la ciudad de Nálchik, a 809 metros sobre el nivel del mar, el lago Nízhneie Golubóie (“Bajo Azul”) es uno de los cinco lagos cársticos de Kabardino-Balkaria, que supuestamente apareció como resultado del colapso de la roca caliza hace miles de años.
Este pintoresco lago está casi deshabitado. En la lengua local de Balkaria el lago se llama Tserik-Kel, que puede traducirse como “podrido”, por su desagradable olor a sulfuro de hidrógeno presente en el agua. Esta composición química le da su profundo color aguamarina y hace que el lago sea inhabitable para los peces. NADIE, aparte de los cangrejos de río gammarus y las algas, podrían adaptarse a vivir aquí.
Aunque el lago no es tan grande –235 x 130 metros– es el mundo submarino el que lo hace especial. No solo es el más hermoso sino también el más profundo de los lagos kársticos de Rusia y está entre los diez lagos más profundos del país.
Su profundidad ha sido un misterio durante siglos y los lugareños dicen que no tiene fondo. No fue hasta 2016 que una expedición científica logró llegar hasta los 279 metros de profundidad (21 metros más profundo de lo que se había logrado anteriormente).
Después de 400 inmersiones e investigaciones realizadas con equipos submarinos y robots teledirigidos, los científicos afirmaron que las cuevas submarinas del lago parecían ser aún más profundas. Pero la visibilidad empeoró repentinamente y tuvieron que dejar la investigación. El siguiente modelo 3D del lago ha sido realizado en base a los hallazgos de la expedición.
Los científicos también creían que el lago tenía unos 10.000 años de antigüedad y que no solo se alimentaba por una fuente de agua subterránea, sino por varias grietas cubiertas por piedras que caían de sus paredes. La razón de la temperatura constante del agua está en su profundidad: el agua que viene constantemente del fondo simplemente no tiene suficiente tiempo para calentarse durante los veranos calurosos o para refrescarse más en los inviernos fríos.
“El problema de explorar aguas tan profundas, especialmente a 809 metros sobre el nivel del mar, es que es extremadamente difícil para los buzos y muy caro”, dice Serguéi Gorpiniuk, instructor técnico de buceo. “En términos de dificultad, podría compararse con volar a la Luna. Cuando una persona está en el espacio, la diferencia entre la presión interna y externa es de sólo 1 atmósfera [ATM]. Cuando se bucea a 200 metros, esa diferencia alcanza los 20 ATM”, explicó.
Científicos y buzos también intentaron explorar la profundidad del lago antes de 2016. En 2012, el buceador británico Martin Robson emprendió una expedición junto con su equipo, pero terminó en tragedia. El buceador ruso Andréi Rodiónov murió durante las inmersiones y el propio Robson tuvo que pasar por cuidados intensivos después de hacer una inmersión récord de 209 metros. Apareció demasiado rápido, lo que le llevó a una enfermedad de descompresión: luchó por su vida durante 11 días en uno de los hospitales de Sochi.
Muchos mitos rodean al “lago sin fondo”, desde historias sobre el ejército de Alejandro Magno que supuestamente se ahogó en él hasta un camión lleno de vino de Oporto que cayó al agua en la década de 1930. La verdad es que la expedición 2016 encontró un camión, pero sin vino de Oporto.
La leyenda antigua más popular, sin embargo, habla de un dragón que fue derrotado aquí por un héroe local. Golpeada por una flecha, la bestia cayó en la cordillera y sus lágrimas de dolor inundaron el lugar que la rodeaba, creando el lago. Algunos sugieren en broma que podría ser el dragón que aún vive en el fondo lo que impidió que los científicos descubrieran todos sus secretos en 2016. Quién sabe…
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