¿Por qué la gente escala el monte Elbrús, el más alto de Europa?

Meng en la cumbre del Elbrús.

Meng en la cumbre del Elbrús.

Archivo personal
Miles de personas de todo el mundo suben cada año hasta la cima de esta montaña, considerada técnicamente fácil por los montañeros más experimentados.

El monte Elbrús (que en realidad es un volcán inactivo) se encuentra en la región rusa del Cáucaso y recibe cada año miles de visitas de personas procedentes de más de 70 países del mundo. Algunos son esquiadores pero la mayoría sueña con conquistar uno de los picos más altos del mundo. 

Una de las siete cumbres del mundo

Escalar las llamadas siete cumbres es un sueño de todo montañero. Se trata de los picos más altos en cada continente. Con una altura de 5.642 m, el Elbrús ocupa el quinto lugar en esta lista.

“A menudo los escaladores suben primero al Kilimanjaro en África y luego al Elbrús”, comenta Andrew Slate, que dirige la empresa de turismo Beyond Red Square, dedicada a organizar viajes para subir esta montaña. “Para muchos se trata de la primera escalada real en nieve a tal altitud”, añade. 

Camilo (en el centro) y Meng (a la derecha).

Sorprendentemente, incluso para algunos escaladores profesionales, el Elbrús sigue siendo terra incognita. “Me sorprendió que el pico más alto de Europa no estuviera en los Alpes, sino en el Cáucaso”, dice Andy Mitchell, experimentado montañero de Wisconsin (EE UU).

El instructor de escalada en roca Camilo Gómez planeaba visitar a sus amigos en la ciudad de Krasnodar, y descubrió por casualidad que el Elbrús estaba a poco más de 500 km de distancia. “Cuando supe que la montaña más alta de Europa estaba a solo unas horas de distancia, me entraron ganas de escalarla”, dice.

¿Es difícil?

Algunos escaladores vienen porque, además de ser la cima más alta de Europa, no está considerada como una montaña técnicamente “dura”. En realidad, para un montañero profesional, no es un gran reto subir sus suaves pendientes.

Camilo llegó a afirmar que la escalada por la cara sur, la que hacen la mayoría de los turistas, fue demasiado fácil para él.

La única condición para un montañero aficionado que quiera hacer la ruta de diez horas hasta la cima es gozar de buena salud.

Camilo, Meng, Andy у otros en el Elbrús.

Sin embargo, a lo largo del camino es posible tener mal de altura, una agravación de problemas cardiacos existentes, encontrarse con mal tiempo, sufrir frío extremo, etc. De modo que, incluso estas montañas “fáciles” solo deberían ascenderse como parte de un grupo bajo el mando de un guía certificado.

Los que llegan a la cima son recompensados con vistas hermosas. Algunos escaladores dicen que se sienten en la cima del mundo (y definitivamente en la cima de Europa). Se cree que en días claros y sin nubes es posible ver dos mares (Negro y Caspio) desde la cima del Elbrús.

Escalada al estilo ruso

Otros escaladores vienen al Elbrús para experimentar las condiciones específicas de la escalada “rusa”.

El gobierno está haciendo grandes esfuerzos para convertir la montaña en una estación de esquí y de escalada de primera clase. Al parecer, una de las principales “maravillas rusas”, está destinada a convertirse en la tarjeta de visita del país.

Sin embargo, todavía falta un largo camino por recorrer en lo que a infraestructura se refiere. Algunos de los hoteles, restaurantes, bases turísticas y teleféricos recuerdan la época soviética y difícilmente pueden ser descritos como lujosos. Sin embargo, es esta modestia la que a menudo buscan los montañeros.

“La infraestructura del Elbrús es excelente. Desde mi punto de vista, si hay un mayor desarrollo disminuirá la sensación de hacer el trabajo de forma autónoma. Como montañero, me encantan las experiencias crudas. Aprecio las montañas que están sin nada, porque me hacen sentir más cerca de la naturaleza”, dice Meng Koh, un escalador en roca y amante de los deportes extremos procedente de Colorado (EE UU).

Andy.

“Me gustaba en lugar en el que nos alojábamos y cómo nos movíamos. Los pueblos en el valle son hermosos, el alojamiento era excelente y la comida y la bebida eran locales. No soy el típico estadounidense. Me gusta que las cosas sean rústicas, minimalistas y prácticas. No necesito estar caliente, seco, seguro y bien alimentado cada minuto del día. Estas son las condiciones que encontré en esta escalada y otras cosas que he hecho en Rusia. Pa russki (a la rusa) es una frase que aprendí de uno de mis amigos. Cuando voy de vacaciones, voy a esquiar o salgo a correr, soy más feliz cuando las cosas son pa russki”, revela Andy.

Camilo comparte estos sentimientos: “Las culturas de los balkarios y kabardinos que viven alrededor del Elbrús son asombrosas y la hospitalidad de estos pueblos hacen que sea una de mis montañas favoritas. La infraestructura en la montaña es buena, hay mucha más infraestructura que en otras montañas que he escalado”.

Pero no todo es tan maravilloso. “Estaría bien que quitaran la basura metálica y los destrozados edificios antiguos, para que la montaña pareciera más limpia y natural”, dice Camilo.

“Lo único que espero es que la basura sea sacada de la montaña más eficientemente”, concuerda Meng.

Romper los estereotipos

En la mente de muchos, el Norte del Cáucaso sigue ligado a las guerras chechenas y al terrorismo. Mucha gente tiene miedo de venir y no sabe que la situación actual es muy diferente.

Lugares como Elbrús pueden ayudar a romper estas ideas, comenta seguro Andrew Slate. “Cuando la gente está aquí, en el Cáucaso y ve lo hermoso que es, y lo amable que es la gente local, realmente ayuda a cambiar los estereotipos que se tienen sobre Rusia y el Cáucaso”.

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