1. Sumérgete en el ambiente del siglo XIX de una antigua plaza de Moscú
El cuadro Patio de Moscú, obra de Vasili Polénov, capta perfectamente el espíritu del viejo Moscú. Lo pintó en 1878, cuando vivía aquí, a pocos pasos de la calle Arbat, cerca de la plaza Spasopeskóvskaia (llamada así por la iglesia local, construida a principios del siglo XVIII). Para llegar a este lugar hay que tomar el callejón que se encuentra entre las casas 36 y 38. Todavía existe la pequeña casa de un piso al norte de la plaza, construida en 1836 y que aparece en la pintura de Polénov.
Cuando la avenida Novi Arbat estaba en construcción, en la década de 1960, se destruyó el barrio antiguo, que contaba con pequeñas calles y callejuelas, y era el lugar de residencia de artistas, escritores y estudiantes. Esta plaza, situada en una encrucijada, sigue siendo una muestra de cómo era Moscú en el siglo XIX. Además, en esta plaza se encuentra la famosa Casa Spaso, residencia de los embajadores de EE UU en Rusia desde 1933. Lee nuestro artículo sobre este edificio.
2. Come en el restaurante en el que cenaba Chéjov y donde se inventó un famoso pastel ruso
Este imponente edificio situado en Arbat 2/1 data de finales del siglo XVII. Se hizo famoso en 1872, cuando se abrió el restaurante Praga. El comerciante Semión Tararikin se hizo con el edificio en una partida de billar en 1896. Posteriormente convirtió este restaurante en uno de los lugares más elegantes de Moscú. El espacio interior estaba dividido en salones y gabinetes, de modo que el restaurante podía contar, al mismo tiempo, con clientes ricos y pobres. Esto hizo que se dispararan los ingresos.
Praga se convirtió en el lugar favorito de los artistas bohemios. Antón Chéjov celebró aquí el estreno de La gaviota, el pintor Iliá Repin organizó un banquete para celebrar la restauración de su cuadro Iván el Terrible y su hijo Iván, dañado por un viejo creyente. Lev Tolstói leyó en este lugar capítulos de su novela Resurrección. Después de la Revolución, el restaurante se transformó en un comedor público. En 1954 volvió a abrirse como local de lujo. Así ha permanecido hasta nuestros días. El icónico postre ruso, la tarta Ptichie molokó (Leche de pájaro), lo inventó un pastelero del restaurante Praga en 1974.
3. La casa en la que Pushkin se agarró una borrachera y donde discutió con su suegra
Esta casa situada en Arbat 53/1 se convirtió en un museo en 1986, a pesar de que Alexánder Pushkin apenas pasara unos meses aquí. Justo después de casarse en una iglesia cercana se mudó con su esposa, Natalia Goncharova, a un apartamento de cinco habitaciones en el segundo piso. El día antes, Pushkin y un amigo se despidieron de su vida de soltero bebiendo abundante alcohol en la casa. Esa noche el poeta estaba melancólico y solo hablaba en verso.
La mañana después del matrimonio Pushkin siguió bebiendo. Su esposa lloró durante la mitad del día. Nueve días después de la boda celebraron un baile en la casa. Fue un evento muy caro al que asistieron muchos invitados, incluyendo numerosos amigos que vivían en las residencias de lujo situadas en las cercanías. Asistió también la suegra de Pushkin, que a menudo regañaba al poeta porque iba por un mal camino. Finalmente obligó a que el matrimonio se mudara a Tsárskoie Seló, cerca de San Petersburgo.
4. Memorial en el que puedes encontrar a los últimos punks rusos
Víktor Tsói, líder de la banda de rock ruso-soviética Kinó, no vivía ni pasaba tiempo en Arbat. Pero en 1990, después de que muriera en un trágico accidente de tráfico, alguien escribió con pintura negra en la pared de la casa del número 37/2: “Hoy, Víktor Tsói ha muerto”. Más tarde otra persona escribió debajo: “Tsói vive”, que se convirtió en el lema del culto de Tsói.
Si quieres conocer a los punks rusos y a los aficionados al rock rusos, este es el lugar al que tienes que ir. La música de Tsói no era estrictamente punk, pero su actitud contraria al sistema, sigue atrayendo a anarquistas con ideas afines. Dio su último concierto en el estadio Luzhnikí de Moscú en 1990. Asistieron más de 70.000 espectadores, lo que supuso más público que el de estrellas internacionales como Ozzy Osbourne, Scorpions y Bon Jovi, que habían tocado en el estadio el año anterior.
Se rumorea que la única razón por la que esta pared no ha sido demolida es porque forma parte de un garaje perteneciente a una organización militar. De hecho, cerca hay una puerta con un emblema de organismos judiciales.
Una pincelada sobre la historia de Arbat
“Arbat” es un nombre que significa “suburbios” en la lengua tártara que se hablaba en la antigua Moscú. En aquella época este distrito se encontraba en las afueras de la ciudad. Aquí vivían los soldados y herreros del zar. Después de un gran incendio que tuvo lugar a mediados del siglo XVIII, los barrios circundantes se quemaron completamente. En esa época ya no era un suburbio y las familias nobles de Moscú construyeron sus casas en esta zona. Desde principios del siglo XIX, Arbat se convirtió en el hogar de la vieja aristocracia y de los jóvenes bohemios. La calle contaba con más de 30 librerías.
Durante la década de 1960, se destruyó una gran parte del distrito para levantar la avenida Novi Arbat. En 1985 la calle se peatonalizó, se colocaron farolas y abrieron numerosas tiendas turísticas. Desde entonces la calle se ha vuelto muy comercial y ha perdido gran parte de su “alma”. Sin embargo, todavía hay algunas partes de la antigua Arbat que permiten imaginar cómo era el centro de Moscú en el siglo XIX.
Si quieres saber qué ver en la principal arteria de Moscú, la calle Tverskaia, lee este texto.