3 excursiones de día que puedes hacer desde Kazán

Viajes
TOMMY O'CALLAGHAN
Tartaristán es una tierra de belleza natural y un pasado de sangrientas batallas que además luce las cicatrices de la coexistencia (alguna vez problemática) entre Oriente y Occidente. Descubre con tus propios ojos más de 1.000 años de historia única.

Aunque Kazán es uno de los destinos turísticos más interesantes de Rusia, en la región de Tartaristán hay mucho más que ver. Estas ideas de excursiones de un día te acercarán a la naturaleza y te llevarán en el tiempo a algunos de los períodos más antiguos y misteriosos de la historia rusa.

1. Bolghar (a 130 km de Kazán)

Situado al sur de Kazán, junto al río Volga, Bolghar es el hogar de una impresionante mezquita de piedra blanca que rivaliza en belleza con el Taj Mahal.

Apodada la “Meca del Norte”, las murallas de Bolghar datan del siglo XIII, cuando una rica metrópoli islámica (que una vez fue conocida como Bulgaria del Volga) floreció antes y durante su ocupación bajo Gengis Kan. Este fue un estado predecesor del Kanato de Kazán, el imperio oriental que una vez fue el mayor rival y obstáculo de los zares hasta la conquista de Kazán por Iván el Terrible en 1552, episodio que allanó el camino para la colonización de los Urales y Siberia.

Hogar de una impresionante grandeza medieval, este templo también alberga el Corán más grande del mundo, con incrustaciones de jade, plata y oro. Una muestra viva de los cambios culturales que da aporta luz sobre cómo Rusia se convirtió en el enorme país multiétnico que es hoy en día, Bolghar es el mejor lugar para obtener una sensación real de la cultura tártara y la antigüedad.

La mejor forma de llegar a Bolghar es en ferry, que te llevará desde Kazán en poco más de una hora, a través de una serie de bosques interminables y cielos azules. El ferry sale a las 8 de la mañana todos los días desde la estación de Kazán y cuesta 600 rublos (8 euros) por persona. También puedes llegar en coche en dos horas y media.

2. Isla de Sviyazhsk (a 60 km de Kazán)

Este pueblo inscrito en la lista de la UNESCO ya no es una isla, sino más bien una península que se creó en la época soviética y volvió a conectarse con el continente a través de una estrecha carretera. Mantenida sobre el agua por sus altos acantilados, la isla de Sviyazhsk es una de las atracciones turísticas más curiosas y pintorescas de Rusia, que ofrece todo un palco para una panorámica del Volga de kilómetros en la redonda.

Hoy en día, Sviyazhsk es una tranquila y verde aldea de 258 habitantes, rica en historia y arquitectura. La iglesia de madera de la Trinidad es el único remanente de los días en que la península sirvió de fortaleza a Iván el Terrible en 1551 (se construyó en sólo cuatro semanas), mientras que otras siete iglesias y monasterios también salpican el territorio alrededor de la isla. Muchos de los residentes de la ciudad están alojados en las enormes mansiones de la isla, que se pueden ver desde lejos.

Fácil de ser recorrida a pie, mítica e idílicamente pacífica, la isla de Sviyazhsk ofrece un día tranquilo fuera de rutas más trilladas. Toma ejemplo del mismísimo Pushkin, que utilizó el pueblo como lugar de inspiración para su mágica tierra de cuentos de hadas de Buián, en su “Historia del zar Saltán”.

La isla de Sviyazhsk es de fácil acceso. La ruta más pintoresca para llegar hasta ella la encontrarás en el Volga, con barcos que salen de la estación de barcos fluviales de Kazán por 200 rublos (2,75 euros) y que tardan aproximadamente dos horas en realizar el viaje. Sin embargo, la isla también es accesible en menos de una hora en un electrichka (tren suburbano), y hay además autobuses diarios que van allí por 170 rublos (2,7 dólares).

Para saber más sobre la isla de Sviyazhsk antes de tu viaje, lee nuestro artículo aquí.

3. Monasterio de Raifa (a 30 km de Kazán)

Situado en el corazón de la Reserva Natural del Volga-Kama, el monasterio más grande de Tartaristán es un oasis de tranquilidad que combina la mejor arquitectura ortodoxa con el ecoturismo.

Situado justo al oeste de Kazán, caminar a través de los estrechos senderos de este complejo, bordeado con magníficas catedrales e iglesias cubiertas de oro (construidas en piedra y en madera) es una experiencia religiosa. Cada catedral ofrece un interior espectacular adornado con una lujuriosa extravagancia dorada, no muy diferente de la que se puede ver en el Palacio de Invierno de San Petersburgo.

El monasterio también se asoma al brillante lago Rafískoie, que refleja el entorno de forma cristalina, como si fuese un espejo del cielo y de los árboles que lo rodean. Sin refinar, limpia y tranquila, esta joya a orillas del lago se convierte en la escapada perfecta para contrarrestar la humedad del verano tártaro.

No hay trenes que conecten Raifa con Kazán, por lo que la única forma de llegar es en autobús o en coche, que tarda alrededor de una hora. Los autobuses más convenientes son el 552 y el 554, que salen de la estación de Kazán Severni Vokzal (accesible en metro) a Raifa seis veces al día por la gran suma de 70 rublos (0,95 €).

Si te gustó este texto, lee las recomendaciones de un nativo de Kazán sobre su ciudad pinchando aquí.