Como en todo el mundo, la gente en Rusia recurre a los voluntarios pagándoles con comida, alojamiento o diversiones y excursiones. Por ejemplo, puedes encontrar algunos anuncios aquí: Help Exchange. Tanto empresas privadas, como campamentos, familias e incluso la Academia de Ciencias (para trabajos arqueológicos, por ejemplo) invitan a extranjeros.
Las condiciones dependen del anfitrión, pero hay ofertas realmente interesantes y hay que reaccionar rápidamente si no quieres perderlas. “El año pasado algunos consiguieron invitación a Ferapóntovo [un antiguo monasterio incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco], Kamchatka, Siberia y un campamento de verano en el lago Baikal, pero había que pasar un concurso”. La temporada alta empieza en verano, por razones obvias. Una ventaja: los anfitriones ayudan con el visado; una desventaja: tendrás que trabajar.
La tarjeta rusa CityPass (que funciona en Moscú y San Petersburgo) ofrece las siguientes ventajas: entrada gratuita a museos, excursiones, el hecho de no tener que esperar una cola, cruceros por el río, descuentos para taxis y restaurantes, llamadas sin límites por el territorio de Rusia y otras. Cuesta 3.500 rublos (56,5 dólares), pero permite ahorrar mucho más.
Puedes ahorrar más todavía. “Si no eres demasiado tímido, recuerda: en Rusia puedes entrar en muchos museos y parques por la puerta que la gente usa para salir. A menudo en la salida no hay guardias. Pero si no te atreves a hacer algo así, debes saber que cada museo tiene días de visita gratuitos”. Cuenta el bloguero que escribe sobre turismo, Vladímir Drugánov.
Por ejemplo, en el Hermitage ese día es cada primer jueves del mes, y en la Nueva Galería Tretiakov es cada miércoles.
Como norma general, las entradas para extranjeros salen más caras que para la gente local, ya que supuestamente es más difícil trabajar con los extranjeros. Para no pagar demás, pide a un ruso que te compre la entrada en la taquilla y no uses la audioguía. Sinceramente, no la vas a necesitar. Además, puedes descargar en App Store audioguías en inglés para todos los populares museos rusos.
Se pueden encontrar ofertas especiales en restaurantes y cafeterías rusas a cualquier hora del día. Stolóvie (comedores, en español), unos locales de comida casera y barata son una opción ideal. Aquí una sopa, un plato principal, una bebida y un postre te costarán en total 250-300 rublos (entre 4 y 5 dólares).
Cuanto más lejos estés al este de Rusia, más sube el precio de la gasolina. Así que si pretendes recorrer el país desde Moscú hasta Vladivostok en coche, la garrafa es la mejor acompañante. Hay que llenarlas antes de empezar el viaje (lo importante es que la garrafa sea de metal) y meterlas en el maletero. Te serán de gran ayuda al final del viaje.
Los trenes rusos y las grandes distancias del país son una mezcla ideal. Si viajas en tren de noche, ahorras en alojamiento y ganas en el recorrido. Así que es mejor subirte en los trenes nocturnos.
Para ahorrar en los billetes, hay que comprarlos con antelación, en este caso pagarás menos. Si necesitas comprar billetes, es mejor hacerlo cada martes, cuando RZHD ofrece descuentos.
Vladímir Drugánov aconseja no usar sábanas (se pagan aparte en los trenes) si el recorrido es inferior a 8-9 horas. Y si se trata de un vagón compartimiento, es mejor elegir los asientos 37/38 ya que son compartimientos para dos personas en vez de cuatro por el mismo precio.
En Rusia hay muchas compañías low cost, una de ellas es Pobeda. Los billetes costarán la mitad o tres veces menos que en otras compañías y no superarán el precio de una buena cena. Pero tendrás que volar casi sin equipaje o pagar por cada maleta.
El “Sapsán” es un tren de alta velocidad que te lleva desde Moscú a San Petersburgo en cuatro horas. Si cumples años esta misma semana o lo acabas de celebrar, contarás con un descuento del 50%. Además, tres amigos tuyos también podrán obtener ese mismo descuento. Solo hay un inconveniente: no se pueden comprar estos billetes con antelación, solo 7 días antes de tu cumpleaños y siete días después (y nada más que en las taquillas de la estación).
También existe un descuento de 50% para los recién casados. Llevad con vosotros el original del certificado de matrimonio.
Es una opción “secreta”, incluso los propios rusos la desconocen. Durante el viaje podéis bajar en cualquier parada, pero sin perder el billete. Lo importantes es encontrar la administración de la estación y comunicarles esta decisión en las cuatro horas siguientes, como muy tarde. Puedes quedarte en el lugar elegido hasta diez días y tu billete seguirá vigente. Cuando subas al siguiente tren, tendrás que pagar algo por el asiento, pero no mucho y este es el único inconveniente.
Se puede viajar por Rusia haciendo autoestop. Pero tienes que olvidarte del típico cartel en el que aparece tu destino. En el país eslavo el cartel hace que tus posibilidades de parar un coche disminuyan notablemente.
«Si en mi cartel aparece Ekaterimburgo como destino, los que van en esta dirección pero su destino final está 20 o 30 kilómetros antes de Ekaterimburgo, no van a parar. Simplemente pensarán que no tiene sentido que me acerquen ya que no podrán acompañarme hasta el final”, nos cuenta la experimentada autoestopista Anna.
Otra opción que te permite estar más tranquilo es el servicio Blablacar.
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