GRU, Alfa y Vympel: los mejores grupos de élite de Rusia

Sergey Pivovarov/RIA Novosti
RBTH ha reunido información a partir de fuentes abiertas sobre las operaciones secretas más famosas de las fuerzas de élite rusas. Dado que la mayor parte de la información relacionada con estas operaciones está clasificada, no podemos confirmar su veracidad.

Las fuerzas especiales rusas se crearon al finalizar la Segunda Guerra Mundial y han participado en operaciones encubiertas en todo el mundo.

Lo que empezó siendo el Spetsnaz GRU (una parte del Departamento Central de Inteligencia del Ministerio de Defensa) en 1949, con el tiempo ha ido convirtiéndose en una estructura muy diversificada con unidades especiales especializadas.

Actualmente Rusia tiene unidades para operar bajo el agua, en la región del Ártico, en las zonas montañosas y en otros países, y entre sus tareas se ha llegado a incluir la de derrocar gobiernos.

Como todas las actividades de las fuerzas especiales son alto secreto, solo podemos tratar las operaciones encubiertas más famosas descritas en fuentes abiertas.

Represión de la Primavera de Praga

La primera operación internacional a gran escala de las fuerzas especiales tuvo lugar en 1968, cuando Moscú decidió sofocar la Primavera de Praga y promover la invasión de Checoslovaquia por parte de las tropas de los países del Pacto de Varsovia. Las fuerzas Spetsnaz GRU tenían como objetivo tomar el control del aeropuerto de Praga.

La noche del 21 de agosto de 1968, un avión de pasajeros soviético solicitó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Praga, alegando un fallo del motor. Una vez en tierra y sin disparar una sola bala, los comandos sitiaron el aeropuerto y se hicieron con el control del tráfico aéreo.

Al mismo tiempo, las unidades de las fuerzas especiales que se habían infiltrado en Praga unos días antes de la operación tomaron el control de otros puntos clave de la ciudad.

Pocas horas después de tomar el aeropuerto, los vehículos de combate de las tropas aerotransportadas rodearon el edificio del Comité Central del Partido Comunista de Checoslovaquia, donde se estaba celebrando una reunión extraordinaria, y se llevaron a todos los dirigentes a Moscú.

El secuestro de un helicóptero de EE UU en Camboya

Ese mismo año, un grupo de nueve agentes de las fuerzas especiales Spetsnaz GRU se infiltró en una base aérea secreta de EE UU en Camboya.

En ella había los nuevos helicópteros de ataque Super Cobra, equipados con los últimos sistemas de guiado de misiles del momento.

Como resultado de una operación que duró 30 minutos, un helicóptero fue robado y llevado a Vietnam y el resto fueron destruidos. 15 soldados estadounidenses resultaron muertos o heridos en la operación.

Según las fuentes rusas, EE UU supo del ataque de las fuerzas especiales soviéticas a la base años después debido a una filtración en el KGB.

Afganistán y el palacio de Amín

El mejor momento de las fuerzas especiales soviéticas llegó en Afganistán, donde participaron en todo tipo de tareas y cooperando entre ellas.

Una de las primeras y más complicadas misiones del nuevo “batallón musulmán” del GRU, cuyos miembros eran reclutas nativos de Asia Central, fue ayudar a los grupos Alfa y Zenit del KGB a asaltar la residencia del palacio Tajbeg y capturar al presidente afgano Jafizulá Amín.

Esta operación, que más tarde sería conocida como la Operación Tormenta-333, es actualmente la operación más famosa de las fuerzas especiales rusas.

Poco antes de la operación, que tuvo lugar el 27 de diciembre de 1979, los hombres del batallón musulmán se infiltraron en la guardia del palacio. Su misión era neutralizar a los guardas y después ayudar a los equipos Alfa y Zenit a entrar en el palacio.

La operación parecía una misión imposible, ya que el total de los comandos se enfrentaba a 1.500 soldados afganos, incluyendo a la guardia personal de Amín.

En el asalto, las unidades soviéticas solo perdieron seis hombres.

“Revolución” en Letonia y sabotaje de una central nuclear

Tras la experiencia en Afganistán quedó claro que la URSS podría necesitar a las fuerzas especiales para hacer actos de sabotaje fuera del país. Para ello la autoridades crearon el Grupo Vympel dentro del KGB, considerado de élite, incluso según los estándares de las fuerzas espaciales.

El Vympel debía “derrocar” al gobierno de Letonia, así como deteriorar el KGB local, con un ejercicio de “falsa bandera”. El KGB local conocía los planes de Vympel pero no puedo hacer nada al respecto.

Uno de los participantes declaró a los medios que diez grupos Vympel- cada uno de ellos con una tarea asignada- participaron en la exitosa operación Amber-87.

Un grupo tenía que capturar al director de un departamento del KGB local. Lo detuvieron en casa, después de quitar las bombillas en las escaleras de su edificio residencial.

“Queríamos hacer lo mismo con el director del KGB, pero decidimos no hacerlo”, dijo el participante. “En vez de eso le mostramos una fotografía en la que se le veía en la mirilla de un rifle y le dijimos: 'Viste, has estado al borde de la muerte”. 

Según la información disponible, el área de responsabilidad de Vympel incluye la protección de infraestructura crítica. En una ocasión les asignaron la protección de centrales nucleares y que identificasen sus debilidades.

En 1988 Vympel consiguió entrar en el área de la central nuclear de Beloyarsk en tan solo 42 segundos. La preparación del plan llevó un mes. Esta penetración provocó que se volviera a repensar la estrategia de protección de este tipo de infraestructura.

Las nuevas fuerzas especiales

Las fuerzas especiales más jóvenes y secretas de Rusia se llaman simplemente Fuerzas de Operaciones Especiales. Según varias fuentes abiertas, estas unidades se crearon en 2009. Utilizan contratistas independientes que tienen experiencia en otras unidades especiales.

Según los medios de comunicación rusos, estas unidades podrían haber participado en el ataque a Palmira en Siria.

Lenta.ru asegura que las fuerzas especiales participan en operaciones contra terroristas desde África del Norte hasta Afganistán, así como en algunas repúblicas exsoviéticas de Asia Central.

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