Con una envergadura de 64,4 m y un peso máximo al despegue de 250 toneladas, el Antónov An-22 ruso es el avión de hélice más grande jamás fabricado. Así, al menos, lo afirma el famoso Libro Guinness de los records.
Aún en servicio en el ejército ruso, el An-22 está propulsado por cuatro motores turbohélice contrarrotantes de 11.030 kW (14.791 CV) y alcanza una velocidad de crucero de 680 km/h (422 mph). Voló por primera vez en 1965.
La máquina es controlada por una tripulación de seis personas y un ingeniero de prueba.
El An-22 fue revolucionario debido a su gran capacidad de carga y a tener incorporado en el avión un sistema de grúas que facilita la carga de grandes piezas en el interior de la aeronave.
Según Airwar.ru un total de 66 aviones AN-22 fueron construidos entre 1965 y 1976 en la planta Tashkent, en Uzbekistán.
Un 27 de octubre de 1967 el An-22 logró transportar 100.444 kg a una altitud de 7.848 metros ¡Todo un récord!
En 1970, se envió a Perú una misión soviética de ayuda humanitaria tras conocerse la noticia del terremoto de Áncash, que había causado en 70.000 muertos y aproximadamente 20.000 desaparecidos. El avión elegido para transportar los materiales necesarios para asistir a los supervivientes de la tragedia fue el Antónov An-22.
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