Este coche, bautizado como ‘NAMI-013’, vio la luz en 1950. Al principio, el prototipo recibió una calurosa acogida por parte de los expertos automovilísticos soviéticos y del público en general, sobre todo porque apreciaban su diseño atípico.
El ‘NAMI-013’ se parecía en parte a un prototipo de monovolumen moderno y tenía una interesante forma de “gota”. Lo más importante es que se trataba de un diseño exclusivamente soviético. Sus creadores no copiaron ningún coche fabricado en el extranjero, sino que diseñaron uno desde cero.
Sin embargo, resultó que el innovador diseño no era tan genial, después de todo. La construcción de una carrocería “en forma de gota” era un proceso engorroso en aquella época; el motor del coche sufría fugas de aceite, potencia insuficiente y sobrecalentamiento. Este último problema se solucionó acoplando un radiador de otro coche, pero esto perjudicó aún más la estética del coche. Además, el coche tenía problemas con la caja de cambios, la suspensión y los frenos.
Todos estos problemas dificultaron el desarrollo del coche. Tras una serie de intentos fallidos de mejorar el vehículo, finalmente fue desmontado y desguazado.
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