Cuando la URSS consiguió hacerse con un caza estadounidense F-5 en Vietnam

Ciencia y Tecnología
NIKOLÁI LITOVKIN
Durante la guerra de Vietnam, el gobierno soviético consiguió obtener un caza americano F-5.

Fue capturado en 1975 por las fuerzas norvietnamitas en la base militar de Bien Hoa, sede del 522º Escuadrón de Caza de la fuerza aérea. Uno de los cazas más conocidos de la época, fue transferido a la Unión Soviética junto con otros vehículos militares como parte de la cooperación militar para la llamada “evaluación”. 

¿Qué hicieron los soviéticos con él?

El avión F-5 era una novedad en el mercado de las armas y uno de los “pájaros” más presentes en los cielos de la época.

Los dirigentes soviéticos decidieron llevar a cabo una serie de pruebas para ver cómo se comportaría el MiG-21 (su avión más moderno por aquel entonces) en un combate contra el jet estadounidense. Para su gran sorpresa, el F-5 ganó todos los combates aéreos simulados y los ingenieros lo consideraron superior al MiG-21.

Para recuperar la ventaja en los cielos, los ingenieros soviéticos utilizaron todos los datos recogidos para el desarrollo de su modelo de aviones de combate: el MiG-23. 

“La captura del armamento enemigo y el proceso de evaluación forman parte de la inteligencia tecnológico-militar. Lo hacen todos los países del mundo cuando buscan nuevas tecnologías, tipos de armas, y sobre todo estudian con atención si hay nuevos descubrimientos científicos en el producto”, declaró a Russia Beyond Allá Leonid Ivashov, coronel general retirado y doctor en ciencias históricas.

¿Cuándo han capturado otros países armamento extranjero?

Un caso similar ocurrió con el piloto soviético Viktor Belenko, que desertó a Occidente con un flamante caza MiG-25.

“El hombre decidió huir del país y aterrizó en Japón en un flamante avión de combate MiG-25. Una vez que los estadounidenses obtuvieron el avión, lo desmontaron para probar sus aleaciones metálicas, cómo el avión era capaz de ser el más rápido y el más maniobrable caza de combate del mundo en ese momento”, señaló el experto.

Según él, algo similar ocurrió cuando los ejércitos aliados entraron en Alemania en 1945. Después de la Segunda Guerra Mundial los aliados tomaron del país las tecnologías del primer misil balístico del mundo V-2, los esquemas de los blindajes y motores de tanques más avanzados y las tecnologías de las bombas nucleares. 

“Una vez conocí a un jefe de la CIA retirado y me dijo que los estadounidenses tenían envidia de los ordenadores que la Unión Soviética utilizaba en el cosmódromo de Baikonur en los años 60 y 70. Sus servicios de inteligencia se esforzaron mucho por obtener estas tecnologías en aquella época, pero no me dijo si lo consiguieron o no”, señaló Ivashov.

¿Qué armas quieren conseguir hoy los militares?

A principios de la década de 2010, Rusia quería adquirir tecnologías de aviones no tripulados y compró varios tipos de UAV a Israel. Más tarde, estas tecnologías se implantaron en los modernos drones Ojotnik y Orión (pulse aquí para encontrar toda la información sobre estos “pájaros”). Y las tecnologías de los drones están entras las que interesan a Rusia hoy en día.

“Los estadounidenses, por su parte, quieren entender nuestras tecnologías de misiles hipersónicos y medios de guerra radioeléctricos. En pocas palabras, cómo conseguimos todavía ‘cegar’ sus ordenadores y sistemas de navegación durante los encuentros en Siria”, añadió Ivashov.

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