Es excepcionalmente maniobrable y puede perseguir objetivos aerotransportados a lo largo de las trayectorias más complejas e impredecibles ante intenso fuego enemigo y contramedidas electrónicas.
El Buk funciona en base al sistema conocido como “dispara y olvida”. Así, el misil 9M317M marca y rastrea un objetivo durante su vuelo utilizando el sistema de guiado por radar instalado en su ojiva.
Como comentamos en un artículo anterior dedicado a este sistema antiaéreo, un solo Buk puede crear un “escudo antiaéreo” sobre una distancia de entre 2,5 y 70 km y alcanzar objetivos a altitudes de hasta 40 km en la estratosfera. Además, puede hacer frente a un misil o un avión que vuele hacia la tierra a velocidades de hasta 3 km por segundo. Gracias a él, las hábiles fuerzas de defensa contra misiles podrán destruir incluso objetivos de superficie o marítimos.
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