El Ejército ruso está preparado para todo, según experto militar estadounidense

Ciencia y Tecnología
IGOR ROZIN

La práctica de prepararse para la protección contra las amenazas químicas, biológicas y nucleares no sólo ha sobrevivido en Rusia desde la época soviética, sino que está muy desarrollada. Una manera sencilla de comproblarlo es mirando los botiquines utilizados por las fuerzas de protección civil. Los países de la OTAN prestan mucha menos atención a esta cuestión, incluso en condiciones militares. Así lo afirma el experto en defensa Charlie Gao de The National Interest, según informa Rossíiskaia Gazeta

Durante la Guerra Fría, la amenaza de la guerra química y biológica estaba muy presente en la mayoría de los ejércitos del mundo. Como las armas eran capaces de ser lanzadas con precisión, en casi todos los países hubo entrenamientos para protegerse adecuadamente. Pero las fuerzas armadas del bloque oriental -la Unión Soviética y los países del Pacto de Varsovia- eran las que ofrecían mayor protección.

Las fuerzas rusas de defensa radiológica, química y biológica (RCDB) siguen desarrollando con éxito sus prácticas. Continúa el desarrollo y la adquisición de nueva maquinaria y equipos especializados. Se les asigna un papel especial en el campo de batalla y, además de los ataques químicos y la defensa, tienen la tarea de utilizar pantallas de humo y los potentes lanzallamas TOS-1 Buratino y TOS-1A Solntepec con proyectiles termobáricos. También disponen de lanzallamas termobáricos de infantería reactiva RPO-A que pueden destruir puntos de tiro defendidos con un solo disparo.

El experto estadounidense señala que, en general, Rusia lleva a cabo un entrenamiento más serio de sus unidades QBRN en comparación con los ejércitos de la alianza del Atlántico Norte. Por ejemplo, la formación con el uso de equipos de protección individual se lleva a cabo semanalmente y se organiza regularmente un tratamiento especial de los vehículos blindados.

También son frecuentes las maniobras de tropas RCDB a gran escala. En comparación, la mayoría de los soldados de la OTAN solo reciben una formación muy básica en materia de defensa química y biológica, como mucho un ejercicio de familiarización una vez al mes, escribe Gao.

En Rusia se han desplegado reservas de equipos de protección para civiles por todo el país. Hay botiquines AI-4 disponibles en las reservas contienen agentes protectores antibacterianos y radiactivos, preparados para la intoxicación por monóxido de carbono y algunos agentes químicos. En comparación con los botiquines de EE UU y Europa, el botiquín ruso ofrece mayor protección. 

“En la OTAN prácticamente ha cesado la formación en defensa química. Mientras que la República Checa sigue manteniendo un centro de formación sobre agentes de guerra química, otros países prestan poca atención a estas amenazas, ya sean civiles o militares. Mientras que Rusia ya ha actualizado su equipo especial de reconocimiento RCDB en dos ocasiones desde el cambio de siglo, EE UU solo actualizó su equipo especial, producido en Alemania, en 2007”, concluyó el experto.

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