Un teniente coronel norteamericano retirado de las Fuerzas Aéreas de EE UU, antiguo piloto de F-117, confirmó a medios estadounidenses lo que durante muchos años había sido un mero rumor: que un segundo avión furtivo de EE UU fue alcanzado por misiles sobre Yugoslavia, pero logró regresar a su base.
La historia de cómo uno de los preciados aviones de ataque furtivos F-117 ‘Nighthawk’ de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos fue derribado sobre Serbia durante la Operación Fuerza Aliada, usando un misil y sistemas de radar soviéticos que se consideraban desfasados, ha sido unas de las más leídas en nuestra web.
Lo que no os habíamos contado hasta ahora es que otro F-117 fue alcanzado por un sistema de defensa aérea serbio durante esa misma campaña, pero los detalles de lo ocurrido sólo se han conocido recientemente, (aunque he había comentado en varios estudios).
En la última edición del podcast The Afterburn el teniente coronel retirado de las Fuerzas Aéreas Charlie ‘Tuna’ Hainline, antiguo piloto de F-117, confirma lo que durante muchos años había sido un rumor: que un segundo avión furtivo fue alcanzado por los serbios, pero logró regresar a la base. Aunque señala que gran parte del incidente en Allied Force sigue siendo material clasificado, proporciona algunos detalles fascinantes de lo que parece ser un suceso no confirmado previamente.
Un piloto experimentado
Hainline voló el A-10 de forma operativa antes de cambiar al F-117 después de la Operación Tormenta del Desierto. Voló única misión sobre Irak a principios de 1993, durante la vigilancia de la zona de exclusión aérea impuesta por los aliados sobre ese país árabe. Durante esta misión, según explicó The Drive parece que ‘Tuna’ tuvo su primera experiencia en recibir fuego terrestre hostil, pero su aparato salió ileso.
En el momento de la Operación Fuerza Aliada contra Yugoslavia, ´desatada unilateralmente por la OTAN en 1999, Hainline estaba en su segunda misión con el F-117, asignado al 9º Escuadrón de Cazas, los ‘Caballeros Voladores’, y desplegado en la Base Aérea de Spangdahlem, en Alemania.
Como el militar retirado ha explicado, una noche su vuelo consistió en una misión con otro F-117, en busca de sus objetivos aproximadamente paralelos a unas 10 millas de distancia. ‘Tuna’ no proporcionó la fecha, pero fue después de que los serbios hubieran derribado el primer F-117, según el relato de Hainline. Fuentes no confirmadas habían afirmado previamente que este incidente desconocido hasta el momento ocurrió el 30 de abril de 1999.
Una misión ‘movidita’
En la noche en cuestión, Hainline recordó “bastante artillería antiaérea y a veces bastantes misiles disparados”. Estos misiles tierra-aire (SAM) incluían alguno SA-3 ‘Goa’ de fabricación soviética que había derribado anteriormente F-117A Vega 31 pilotado por el teniente coronel Darrel P. Zelko pero también había otros tipos de misiles en uso en ese momento, según ‘Tuna’.
“Miré a mi derecha sobre Belgrado y vi un misil enorme que se acercaba, parecía un Saturno V. Sabía que mi número dos estaba por esa zona. Luego veo otro lanzamiento, este con un gran resplandor, e incluso desde tan lejos puedes ver muchos detalles. El penacho, el humo que sale, y luego esta bola de fuego que viene hacia ti”.
Hainline recurrió al entrenamiento que había recibido para una situación como ésta, que le obligaba a mantener el piloto automático activado, ya que los movimientos manuales de giro o inclinación podrían tener un impacto negativo en la sección transversal del radar del avión, lo que podría acabar ofreciendo un objetivo más jugoso al misil.
“Mientras me dirigía a mi objetivo, un misil explotó y el otro como que salió despedido al espacio”, continuó Hainline. “No sé si le dio”, añadió, refiriéndose a su avión de apoyo.
Tras escapar de los misiles, se dirigió de nuevo en buscar del avión cisterna que podía reabastecerle de combustible, pero el otro F-117 (que debía realizar la misma operación) no aparecía. Hainline persuadió al avión cisterna para que permaneciera en su posición y ambos esperasen al avión desaparecido. Al rato, el operador del KC-135 Stratotanker vio un F-117 acercándose en la oscuridad, sin luces. Se trataba de su compañero.
“Su avión no estaba en muy buena forma”, recordó Hainline, y poco después de que el otro F-117 se conectara a la manguera de combustible, el aparato se alejó, dejando a ‘Tuna’ y a la tripulación del avión-gasolinera voladora preguntándose si lo había hecho volando con un solo motor, o si se le había presentado algún otro problema al piloto.
Ambos aviones finalmente llegaron a Spangdahlem y los esfuerzos de Hainline para asegurarse de que su compañero de vuelo llegara a casa sano y salvo fueron recompensados con la Cruz de Vuelo Distinguida,
Hainline destacó que los SAM siempre fueron una preocupación real para el F-117 en cualquier escenario de combate. Describe cómo el F-117 evitaba especialmente los SAM de “dos dígitos”, refiriéndose al SA-10 de fabricación rusa, y a otros tipos más avanzados, pero incluso sistemas comparativamente antiguos, como el SA-3, seguían siendo una auténtica amenaza, como confirmó el derribo del ‘Vega 31’ a principios de la campaña.
Por otro lado, Mike Mihajlovic, autor del libro Missileers against the Stealth (‘Misileros’ contra el Stealh) sobre las hazañas de un batallón de artillería antiáerea yugoslavo durante la agresión de la OTAN al desaparecido país balcánico, asegura haber localizado a los operadores de la batería de misiles de fabricación soviética S-125 Neva/Pechora que habría dañado al avión del compañero de ala de Hainline, con nombres y apellidos. Incluso se aventura a desvelar la supuesta identidad del piloto estadounidense que consiguió aterrizar su F-117 tras recibir el impacto del misil.
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