“Barril volador”, un avión gigante para transportar naves espaciales (Fotos)

Ciencia y Tecnología
EKATERINA SINÉLSCHIKOVA
¿Cómo fue posible colocar cargas más grandes que sus dimensiones en un avión y hacerlo volar?

Los soviéticos anunciaron su proyecto de exploración espacial más caro y de mayor envergadura, el Burán, en 1973. La nave de múltiples usos debía ser algo parecido a la actual Crew Dragon de Elon Musk. Pero el ambicioso proyecto requería la creación de una infraestructura igualmente ambiciosa. En particular, se planteó la cuestión de cómo transportar el pesado cohete Burán y el cohete portador desde las plantas hasta el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán.

Cuando se creó el Burán y estuvo listo para las pruebas de vuelo, aún no había ningún avión de transporte de carga: el Mriya, el mayor avión del mundo, estaba en fase de diseño.

Concentrar todos los procesos tecnológicos cerca del cosmódromo no parecía realista: la industria espacial estaba dispersa por todo el país sin un centro único. El transporte por ferrocarril tampoco parecía técnicamente viable por el tamaño de las plataformas ferroviarias y el tamaño extremo de la carga, mientras que el transporte por agua parecía demasiado caro.

Por ello, a principios de los años 80 surgió la idea de crear un avión de transporte pesado para el transporte del Burá. La idea se basó en la versión de transporte del primer bombardero estratégico soviético 3M-T, que durante más de 30 años aseguró la paridad nuclear entre la URSS y EE UU.

Para ello fue modificado, rebautizado como VM-T Atlant, y apodado “barril volador”, por su fuselaje, sobre el que se acoplaba un contenedor de carga redondo.

Sin embargo, la carga máxima que podía soportar no superaba las 50 toneladas, que era menos que el peso del Burán. Este último tuvo que ser despojado de parte de su equipamiento, reduciendo su peso a 45 toneladas.

En el futuro, se suponía que se transportarían hasta 200 toneladas de carga a Baikonur, pero incluso las 50 toneladas que podría llevar un avión, no diseñado para esa tarea, despertó el escepticismo de mucha gente.

La gran cantidad de carga en la parte trasera del Atlant tuvo un efecto significativo en su aerodinámica, por lo que todos los vuelos de prueba fueron muy estresantes. Para cada versión, se determinó la mejor posición en el fuselaje y se calculó la estabilidad del avión. Muchos pensaron que con ese tamaño simplemente no se podría elevar en el aire.

Sin embargo, el Atlant superó las pruebas y comenzó a transportar cargas a partir de 1981. Hubo dos aparatos que realizaron unos 150 vuelos de prueba y comerciales.

Por cierto, el Atlant, que había sido concebido como una versión temporal para el transporte del Burán, se convirtió en su único portador. En 1993 se canceló el programa espacial Energueiya-Burán. El Burán solamente voló al espacio en una ocasión. En cuanto a Mriya, el cosmódromo volante nunca llegó a entrar acción como estaba previsto y se utilizó para tareas más bien inesperadas como el transporte de jirafas o de un yate del rey de España.

Pero los dos Atlant han estado fuera de servicio desde entonces. Uno de ellos se encuentra ahora en un aeródromo cerca de Riazán, y el otro en la ciudad de Zhukovski, cerca de Moscú, y ocasionalmente acude al Salón Internacional de la Aviación y el Espacio de Moscú (MAKS) para ser mostrado.

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