Las Fuerzas Armadas rusas han comenzado a recibir un nuevo complejo de reconocimiento de artillería apodado “Penicilina”. Está diseñado para detectar posiciones de artillería enemigas y proporcionar a las tropas las coordenadas precisas.
“Penicilina es capaz de encontrar tropas y unidades de artillería a través de sensores sísmicos y cámaras infrarrojas. Estos dispositivos son invulnerables a todos los equipos de guerra electrónica modernos y prospectivos que ‘ciegan’ a las estaciones de reconocimiento estándar sobre el terreno”, afirma Dmitri Safónov, antiguo analista militar de Izvestia.
Todos los dispositivos del complejo (con la exclusión de las estaciones de comunicación) funcionan exclusivamente en modo de recepción.
Uno de los medios de reconocimiento es un módulo óptico. Tiene seis cámaras térmicas y seis sistemas de imagen térmica que detectan toda la actividad alrededor de la unidad a distancias de hasta 25 km. La señal de las cámaras se transmite al sistema dentro de la máquina, donde los soldados pueden observar todas las situaciones del entorno. Las cámaras pueden funcionar durante 18 horas seguidas. Después, los dispositivos necesitan una hora para recargarse.
“El módulo permite a Penicillina ver ráfagas de disparos y explosiones de proyectiles. Los dispositivos internos procesan las imágenes y determinan la balística de los proyectiles y el punto de disparo”, añade el experto.
También está equipado con dispositivos de reconocimiento acústico. “El elemento principal de este sistema es un sensor sísmico que recibe las vibraciones del suelo y las convierte en una señal eléctrica”, dice Safónov.
Según él, el disparo de un sistema de artillería envía una onda sonora a través del suelo que puede sentirse a kilómetros de distancia. “Penicilina” recibe esta señal y es capaz de hacer todos los cálculos para encontrar el punto de disparo.
“Aparentemente, la combinación de dispositivos sísmicos y de imagen térmica aumenta drásticamente la precisión en la determinación de las posiciones del enemigo”, añade.
Cada unidad es capaz de detectar pequeños morteros enemigos a distancias de hasta 10 km y unidades de artillería de precisión a distancias de hasta 25 km. El proceso de cálculo de coordenadas tarda tan sólo 5 segundos.
Cada unidad es de tracción total y está construida sobre un chasis Kamaz de cuatro ejes. El vehículo está equipado con un motor diésel de 360 CV y es capaz de transportar cargas de hasta 16 toneladas. Su velocidad máxima supera los 90 km/h, independientemente del peso de la carga.
“Penicilina’, como todas las unidades de artillería rusas modernas, es una unidad móvil. Su principal ventaja frente a los sistemas de reconocimiento sísmico extranjeros es su movilidad, ya que todas las demás características técnicas son prácticamente iguales”, afirma Safónov.
Según él, los ejércitos de EE UU y Corea cuentan con sistemas de reconocimiento sísmico conocidos. Estas unidades se han vendido recientemente a los países bálticos y a Ucrania.
“Si se quiere comparar la 'Penicilina' con los análogos, hay que comparar toda la unidad de artillería, no sólo una sola máquina de reconocimiento de apoyo. Los coreanos han creado un gran sistema de artillería llamado K-9 'Thunder'. Sería interesante ver un Koalitsia-SV ruso contra un K9 con todos sus vehículos de apoyo durante ejercicios militares o juegos militares como el ‘biatlón de tanques’. Sólo así se sabrá cuál es mejor", afirma el experto.
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