Bombarderos rusos Su-34 y aviones espía Su-24MR realizaron vuelos en pareja simulando un combate aéreo.
Durante estos vuelos los pilotos practican los movimientos más complejos del entrenamiento de vuelo, incluyendo pilotaje a distancia mínima, es decir, que no supera los 15-20 metros.
Las tripulaciones del Su-34 han practicado también la aproximación al suelo, giros de combate y una vuelta adicional para simular una aproximación de aterrizaje interrumpida. Se prestó atención especial al trabajo de las tripulaciones en condiciones de combate aéreo en pareja.
El cazabombardero Su-34 fue diseñado para atacar objetivos terrestres a profundidades operacionales y tácticas en condiciones de fuerte contraataque de los medios de defensa aérea. Es capaz de luchar contra aviones de combate.