Así fueron los tanques experimentales que la URSS creó en plena Segunda Guerra Mundial

Ciencia y Tecnología
MARÍA ALEXÁNDROVA
En el período más duro de la contienda (desde invierno de 1941 hasta 1942) los soviéticos desarrollaron varios prototipos de tanques experimentales: el KV-7, el KV-8, el KV-9 y el KV-13.

Poco después de que las tropas de la Alemania nazi atacasen a la URSS, los constructores de tanques de Leningrado comenzaron a crear los carros blindados del futuro. Las obras las dirigía Zhorés Kotin, recuerda Rossíiskaya Gazeta.

El diario ruso cita el libro Arma de la Victoria (Editorial: Mashinostroyénie, 1987): “En la Oficina de Diseño del ChTZ bajo la dirección del jefe de diseño Zh. Kotin, en invierno de 1941 - 1942, se desarrollaron posibles modificaciones del tanque pesado: KV-7, KV-8 y KV-9”. Y también se creó el KV-13.

Parece increíble, pero en el período más duro de la guerra (los primeros meses) las autoridades del país no se opusieron a los experimentos con tanques. Es más, incluso asignaron considerables recursos materiales y financieros a estas obras.

El KV-7, una versión de tres cañones del KV-1

Su diseño era original pero tenía desventajas. Se planeó instalar tres cañones ZS-5 de 76 mm en la torreta del tanque. Sin embargo, al hacerlo la torre no podía girar. Al final no se convirtió en un tanque clásico, sino, más bien, en una instalación de artillería autopropulsada.

Aunque ni siquiera esta idea pudo realizarse en la práctica. Finalmente se decidió dejar un cañón de 76 mm e instalar dos cañones 20K adicionales de 45 mm.

Este carro con tres cañones necesitaba una tripulación de seis miembros. Los prototipos tuvieron buenos resultados durante las pruebas, aunque los militares rechazaron este vehículo porque no entendían por qué se necesitaba tener tres armas apuntando al mismo punto.

Por cierto, algunos ejércitos del mundo están usando en actualidad los cañones autopropulsados con dos cañones. 

El KV-8 que se convirtió en un lanzallamas

En paralelo a la construcción del KV-7 se estaba terminando de diseñar el tanque lanzallamas KV-8, cuyos trabajos comenzaron antes de que empezara la guerra, en primavera de 1941.

El KV-8 contaba con un lanzallamas ATO-41, cuya munición era de 107 cartuchos y contaba con cinco depósitos. El volumen total de los depósitos era de 960 litros. Este carro de combate requería una tripulación de cuatro personas.

En 1942 apareció un modelo significativamente mejorado, el ATO-42. 

Durante la guerra se produjeron 102 tanques KV-8 y 25 KV-8S. Estos vehículos blindados demostraron ser bastante eficientes en varias batallas, incluyendo la de Stalingrado. Los tanques lanzallamas no se produjeron de forma masiva, pero contribuyeron a la Victoria. Además, ningún otro ejército del mundo contaba con vehículos de combate creados sobre la base de tanques pesados.

El KV-9, el tanque que no vio ninguna batalla

A finales de 1941 los militares exigieron a los diseñadores que crearan un tanque pesado con un cañón más potente. En la ciudad siberiana de Cheliábinsk se empezó a trabajar en el conocido como Objeto 229, que estuvo a punto de convertirse en el tanque KV-9, aunque nunca se fabricó en serie.

El nuevo tanque se basaba en los diseños originales del KV-1 y KV-2. La segunda versión del KV tenía un tren de rodaje con un motor diesel de 600 caballos, suspensión de torsión y unas características de funcionamiento como para convertirse en un tanque pesado. Se le instaló una torreta ligeramente modificada del tanque KV-1

En mayo de 1941 el Objeto 229 con su obús de 122 mm instalado en la torre fue sometido a varias pruebas de fábrica.

Los tests confirmaron que esta potente arma permitía al nuevo tanque luchar eficazmente contra todos los vehículos blindados de los alemanes. Además, el obús U-11 resultó muy eficaz en la destrucción de refugios y otras fortificaciones.

Los resultados de las pruebas del Objeto 229 fueron un éxito y el vehículo fue recomendado para su producción en masa y su puesta en marcha con el nombre de KV-9. Desafortunadamente solo se fabricó un único tanque de preproducción masiva. Debido a una serie de razones objetivas y subjetivas, el KV-9 no llegó nunca al frente de batalla.  

El KV-13, el primer tanque ‘eléctrico’

Es difícil de creer pero desde principios de 1942, en la fábrica de Cheliábinsk trataron de crear vehículos blindados que combinaban la energía eléctrica y el diesel, una especie de locomotoras híbridas sobre las orugas.

El proyecto KV-13 fue original en todos los aspectos. En términos de masa tenía que coincidir con el tanque medio mientras que la protección del blindaje tenía que ser pesada.  Este equilibrio se consiguió con el T-54, creado después de la guerra. El primer prototipo del KV-13 se produjo en primavera de 1942 y después trataron de modificarlo.

En junio de 1944 se emitió la orden del Comité Estatal de Defensa y del Comisariado Popular de la Industria de Tanques, que sentó las bases para la creación de una tanque con una transmisión electromecánica. Así empezaron a construir el Objeto 253. El tanque KV-13 sirvió como base.

La transmisión eléctrica, como se esperaba, debía proporcionar una mayor movilidad al vehículo de combate y mejorar el control.

La base de la planta de energía del Objeto 253 era un motor diesel V-12U de 700 hp. Estaba conectado al generador principal DK-305A. Otro generador, el SG-1A, pasó a formar parte de los sistemas eléctricos del futuro tanque. La misión de este generador trifásico era generar corriente para alimentar los ventiladores de refrigeración del motor diesel y los motores de tracción, así como para alimentar la unidad de carga de la batería. 

Las ideas de diseño parecían ser bastante factibles. Desgraciadamente la industria soviética no fue capaz de hacerlo realidad. La transmisión de energía eléctrica resultó ser funcional, pero demasiado grande y pesada. Así, el peso total de todas las unidades de transmisión de potencia eran 3850 kg, y el peso total del Objeto 253 alcanzó las 54 toneladas.

Estaba claro que el “tanque eléctrico” no llegaría a producirse en serie. Pero en este caso lo que más sorprende es la velocidad con la que se implementaron estas innovadoras ideas. El desarrollo del Objeto 253 comenzó en junio de 1944 y la construcción del tanque piloto se completó en noviembre del mismo año. El prototipo del tanque llegó a desplazarse unos 10 km y se detuvo debido a la rotura del equipo eléctrico. Fue su última parada. 

La idea de usar tanques con un sistema de propulsión electromecánica fue revisada por los diseñadores durante la segunda mitad del siglo XX. No funcionó. Es muy posible que solo los tanques de cuarta generación a mediados del siglo XXI sean realmente eléctricos.

Estos tres tanques de la URSS fueron de los mejores de la Segunda Guerra Mundial.