Luna 15: el plan secreto de la URSS diseñado para ganar al Apolo 11

Ciencia y Tecnología
EKATERINA SINÉLSCHIKOVA
En el momento en el que los estadounidenses colocaron a un hombre en la superficie lunar, los soviéticos estaban, literalmente, sobre sus cabezas. Fue la última misión de los comunistas en la carrera espacial de los años 60 y fue un fracaso.

Puede que no lo sepas, pero Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins no estaban solos en la Luna. Su histórico viaje eclipsó el épico fracaso la Unión Soviética. Los únicos que conocían el verdadero objetivo del proyecto Luna-15 eran quienes trabajaban en él.

¿Qué era Luna 15?

La URSS tenía ambiciosos planes espaciales. El programa espacial Luna contemplaba el lanzamiento de naves espaciales interplanetarias al satélite y apareció en 1958, antes que el programa Apolo de la NASA. El primer vuelo espacial tripulado de Yuri Gagarin en 1961 no hizo sino reforzar la creencia soviética de que su destino era dominar el espacio. Y durante un tiempo pareció que así sería.

En el cuarto intento, la URSS lanzó la estación Luna 1, la primera nave espacial que salió de la órbita de la Tierra (aunque pasó por encima de la Luna). En 1959, Luna 3 tomó las primeras fotos del lado oscuro de la superficie lunar. Otras misiones triunfantes incluyeron el primer alunizaje y la primera sonda que hizo un suave aterrizaje en la superficie.

Como su nombre indica, Luna 15 fue la decimoquinta misión anunciada oficialmente (aunque en términos de lanzamientos reales fue la trigésimo primera). Muchas sondas ni siquiera llegaron a la órbita de la Tierra, mientras que otras ni tan siquiera llegaron a salir. En general, el Gobierno soviético prefirió callar los fracasos, sabiendo que aún quedaba mucho trabajo por hacer. Sin embargo, cuando se anunció que los astronautas estadounidenses partirían hacia la Luna a bordo del Apolo 11 el 16 de julio de 1969, la Unión Soviética decidió actuar.

Enviar cosmonautas a la Luna estaba fuera de discusión, pero había una forma de endulzar la amargura de haber perdido la carrera. Luna 15 era una misión destinada a enviar un vehículo al satélite, y ser el primer en recoger el suelo lunar y traerlo de vuelta a la Tierra. Se trataba de un objetivo secreto y el lanzamiento fue programado deliberadamente para tres días antes de la misión de EE UU.

Ahora o nunca

A los miembros de la NASA la misión soviética parecía muy extraña. Significaba que habría dos objetos transmitiendo señales de radio desde la Luna a la Tierra simultáneamente. Además no se sabía nada sobre el plan de vuelo de Luna 15. La agencia espacial estadounidense temía que hubiera interferencias no deseadas e incluso envió al comandante del Apolo 8, Frank Borman, a la Unión Soviética. Se llevaba bien con los soviéticos y se convirtió en el primer astronauta estadounidense en visitar el país. Pudo confirmar que no habría problemas.

Todo comenzó según lo planeado. La estación soviética de cinco toneladas (todo era voluminoso entonces) se acercó a la Luna el 17 de julio, tres días antes del Apolo 11 y entró en órbita casi lunar. Pero entonces hubo un imprevisto. Por alguna razón la nave espacial se atascó en la órbita lunar, permitiendo que pasara el Apolo 11. Hay varias versiones que explican lo que sucedió; desde problemas a bordo hasta el campo gravitacional de la Luna, que todavía no se conocía bien. Mientras tanto, los físicos soviéticos hacían cálculos de manera desesperada para tratar de encontrar las mejores opciones de aterrizaje.

Incluso después de que el equipo de EE UU aterrizara, los controladores soviéticos seguían luchando con los cálculos. Para cuando Armstrong dio su pequeño paso y recogió un poco de suelo lunar, Luna 15 había orbitado no menos de 52 veces. Dos horas antes del despegue del Apolo 11 de la superficie lunar, los líderes soviéticos decidieron que no había nada que perder y dieron la orden de aterrizar.

Abróchense los cinturones

El drama que se desarrollaba estaba siendo observado en la Tierra por científicos británicos en el Jodrell Bank Observatory. Estaban escuchando las voces de ambas misiones simultáneamente, con la ayuda de un radiotelescopio. En 2009, esta grabación de audio se hizo pública en el 40º aniversario del alunizaje.

En un momento dado se dieron cuenta de que el Luna 15 no sólo estaba allí para tomar fotos de la superficie lunar, sino que tenía intención de aterrizar. Los científicos exclamaron “¡Está aterrizando!”. Sus últimas palabras, algo pintorescas, en la grabación de audio son: “Esto ha sido realmente un drama de primer orden”. 

Cuatro minutos más tarde aterrizó el Luna 15, estrellándose contra una ladera de una montaña. El aparato cayó a la superficie, donde presumiblemente aún yacen sus restos. El historiador espacial Asif Siddiqi, en su libro Challenge to Apollo, escribiría más tarde: “Había una pequeña ironía en toda la misión. Incluso si no hubiera habido un retraso crítico de dieciocho horas en el intento de aterrizaje y si Luna 15 hubiera aterrizado, recogido una muestra de suelo y regresado a salvo a la Tierra, su pequeña cápsula de retorno habría aterrizado en territorio soviético dos horas y cuatro minutos después del aterrizaje del Apolo 11. De hecho, la carrera había terminado antes de que comenzara”.

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