El pasado año, las Tropas de Protección Nuclear, Biológica y Química de Rusia, celebraron el centenario de su formación y el Ministerio de Defensa del país publicó un vídeo en el que entre el material usado por este cuerpo, aparecía un camión con un motor a reacción montado en la parte trasera, llamado TMS-65U. Los soldados pueden utilizar estos aparatos para limpiar vehículos recubiertos de agentes químicos o crear gigantescas cortinas de humo en el campo de batalla para ocultar al enemigo el propio movimiento de tropas.
Aunque las unidades de guerra química aparecieron en Rusia en 1918 es en la actualidad cuando tienen más trabajo, debido a la mayor posibilidad existente de tener que llevar a cabo la identificación de peligros nucleares, biológicos y químicos y en la descontaminación de tropas y áreas afectadas.
Lluvia o humo
Cuando hay que limpiar vehículos y personal que podría estar cubierto con agentes químicos, Rusia dispone de sistemas de pulverización montados en camiones y sistemas de pulverización individuales. También tiene el TMS-65U de la era soviética, consistente, como explica la web Thedrive.com en un camión Ural-375 de 6x6 de 4,5 toneladas con un motor turborreactor Klímov VK-1 modificado (utilizado por primera vez en el avión de combate MiG-15 en 1947) montado dentro de una torreta en la parte trasera del vehículo.
El sistema completo lleva el líquido de descontaminación al escape, para limpiar con una especie de fuerte lluvia vehículos o estructuras. Un operador en la torreta puede maniobrar el motor a reacción hacia los lados y hacia arriba y hacia abajo con el fin de apuntar mejor la ráfaga hacia el objeto que se desea limpiar.
El TMS-65U también funciona como vehículo con cortina de humo. Las tripulaciones cambian la solución de descontaminación por un líquido generador de humo que ciega a las fuerzas enemigas, siempre y cuando estas no estén equipadas con dispositivos de infrarrojos.
En el siguiente vídeo puedes ver a estos camiones desplegar una de estas barreras. Aunque durante la grabación del mismo, al final, se produjo una explosión ocasionada por un accidente.
Además del MiG-15, los motores Klímov, derivados de los Rolls Royce, también impulsaron el avión de combate MiG-17 y el bombardero ligero Il-28. Dado que la URSS contaba con un excedente de los mismos, se decidió usarlos en la creación del TMS-65 y el TMS-65U mejorado.
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