Yuri Chichkov siempre ha estado especialmente interesado en hacer retratos. Sus imágenes tomadas de celebridades rusas e internacionales, atletas y políticos han aparecido en las portadas de las principales revistas rusas.
“Cualquier persona, famosa o no, es terra incognita y muy interesante”, dice.
Yuri quería hacer un proyecto antropológico que explorara el rostro humano de manera más profunda; rastrear cómo cambia con el tiempo y bajo la influencia de qué factores. Así surgió la idea de fotografiar a los soldados.
El primer retrato de cada nuevo recluta se hizo antes de su juramento, mientras que el segundo fue casi un año después, un mes antes de la desmovilización.
Chichkov solo registró el nombre y el lugar de nacimiento de sus modelos, omitiendo deliberadamente otros detalles biográficos. “Quería que los rostros hablaran por sí mismos”, explica.
Los retratos minimalistas se tomaron de cerca, con una suave luz frontal que no quitaba mérito a los rostros de los jóvenes.
El fotógrafo se inspiró en el trabajo del alemán Martin Schoeller, conocido por tener un enfoque igualitario de la fotografía. En la obra de Schoeller, los presidentes y los vagabundos reciben el mismo trato.
Chichkov obtuvo el permiso oficial del Ministerio de Defensa ruso para hacer esta serie. La primera sesión de fotos fue divertida por la propia admisión: “Llegué a la unidad militar. Los soldados estaban alineados en el patio de armas frente a mí y me dijeron que escogiera a quien quisiera. Fue un poco embarazoso, como una especie de casting de cine. Dejé claro que se trataba de un proyecto voluntario, y que solo fotografiaría a los que lo consintieran. La gente en Rusia no está muy interesada en ser fotografiada, les inquieta por varias razones”.
El hecho de que ya haya proyectos de este tipo eso no alteró a Yuri. Cree que la fotografía es una herramienta para explorar diferentes temas. “Todo el mundo utiliza las mismas herramientas para construir una casa”, explica.
Yuri se abstuvo de hacer comentarios personales sobre la influencia que el ejército había tenido sobre los reclutas. “A veces las palabras carecen de la fuerza necesaria para explicar los cambios que experimenta la gente. La única manera de hacerlo es a nivel emocional, que es donde entra la fotografía”.
Lo único que señaló fue que durante la segunda sesión de fotos los chicos estaban contentos de estar cerca del final de su servicio. Todos echaban de menos su casa, su familia, sus amigos y sus novias.
Cómo convertirse en soldado del Ejército ruso: instrucciones para extranjeros
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