El 20 de mayo de 2019, el avión soviético de fuselaje estrecho Tu-134 realizó su último vuelo regular de pasajeros en Rusia. Alrosa ha sido la última compañía aérea del país en operar dos de estos aviones, concretamente en las rutas de pasajeros de Siberia, en los últimos años.
Tras el aterrizaje del último vuelo, el avión fue entregado al recién fundado museo de aviación de Novosibirsk.
El Tu-134, sin embargo, no abandonará completamente los cielos de Rusia. Varios aviones siguen siendo utilizados como aviones de carga y de negocios.
Hoy en día, Siria, Sudán y Corea del Norte son los únicos países de todo el mundo que operan aviones Tu-134 para el transporte de pasajeros.
Con 854 aviones construidos, el Tu-134 fue uno de los aviones de pasajeros más producidos de la URSS. Fue ampliamente exportado a los países del Pacto de Varsovia.
El Tu-134 fue el primer avión de pasajeros soviético certificado por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), lo que permitió su empleo en rutas internacionales.
Durante uno de los primeros vuelos de prueba, un rayo de bola impactó contra el parabrisas de la cabina. Por algún milagro, atravesó todo el fuselaje del avión y salió por el otro extremo, sin dañar a la tripulación.
El Tu-134 siempre fue elogiado por su fiabilidad y sus excelentes características técnicas. A diferencia de muchos aviones modernos, puede despegar y aterrizar con seguridad ante un fuerte viento transversal de 20 m/s y viento en contra de 30 m/s.
En 2002 se prohibió el tráfico internacional del avión de pasajeros. Según las nuevas normas de contaminación sonora de la OACI, el Tu-134 era demasiado ruidoso.
El Tu-134 estuvo involucrado en una de las catástrofes aéreas más luctuosas de la historia. Debido a un error de control de vuelo, dos aviones Tu-134 chocaron el 11 de agosto de 1979 en el cielo de Ucrania. Como resultado, 178 pasajeros y miembros de la tripulación murieron.
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